El consumo de café es parte fundamental del día a día para millones de personas.
Sin embargo, esa taza de energía matutina puede no ser tan inocua cuando se combina con ciertos medicamentos.
Expertos advierten que la cafeína, además de su efecto estimulante, puede alterar la absorción y eficacia de algunos fármacos, lo que podría comprometer tratamientos importantes.
¿Por qué el café incide en la eficacia de ciertos medicamentos?
La clave está en cómo la cafeína interactúa con el cuerpo y con los fármacos.
Según destaca el artículo del Nuevo Día, la cafeína puede afectar la absorción, distribución, metabolismo y excreción de los medicamentos que se toman.
Además, la motilidad intestinal (es decir, la velocidad con la que los contenidos se mueven por el tracto digestivo), puede acelerarse con la cafeína, lo que reduce el tiempo para que un fármaco se absorba adecuadamente.
Principales interacciones que preocupan a los expertos
- Medicamentos para la tiroides
En pacientes con hipotiroidismo que toman levotiroxina, se recomienda tomarla 30 minutos antes de ingerir cualquier bebida con cafeína.
La razón es que el café puede disminuir significativamente la absorción de la levotiroxina, incluso a la mitad, lo que reduce su eficacia.
Según el farmacéutico Aldo Mietta, se “anula” parte del efecto de la T4 (tetraiodotironina) si el café no es separado correctamente.
- Tratamiento para la diabetes
Estudios de la Asociación Estadounidense para la diabetes indican que las bebidas con cafeína pueden elevar los niveles de insulina y glucosa en sangre.
Al tomar hipoglucemiantes u otros fármacos para la diabetes, esos picos en la glucosa (potenciados por café con azúcar, crema o leche) pueden dificultar el control metabólico.
- Medicamentos para el asma
En quienes usan broncodilatadores como aminofilina o teofilina, el café podría disminuir su absorción y además generar efectos secundarios como dolor de cabeza, inquietud, irritabilidad.
Esa disminución en la absorción podría comprometer la eficacia del tratamiento, lo que es especialmente riesgoso en personas con asma.
- Medicamentos para la presión arterial (hipertensión)
La cafeína incrementa la frecuencia cardíaca y puede elevar la presión arterial.
Según el médico Ramiro Heredia (citado en el artículo), mezclar café con fármacos antihipertensivos puede ir en contra de su propósito, ya que esos medicamentos buscan reducir la carga al corazón.
Se menciona específicamente la amamlodipina (un calcioantagonista), como un fármaco cuya eficacia podría disminuir si se consume café cerca del momento de la toma.
- Antideresivos, ansiolíticos y somníferos
Expertos advierten que medicamentos como fenotiazinas, antidepresivos o ansiolíticos deben tomarse al menos 1 o 2 horas antes o después de tomar café.
Esto se debe a los taninos que están presentes en el café que dificultan la absorción de estos fármacos en el sistema digestivo.
Además, desde el punto de vista farmacológico, la cafeína (como estimulante) puede contrarrestar la acción de estos medicamentos, disminuyendo su efecto deseado.
- Antihistamínicos y medicamentos para resfriados
Según el mismo artículo, fármacos como la fexofenadina (antihistamínico) o la pseudoefedrina (descongestionante) no deberían combinarse con café.
La cafeína puede potenciar la estimulación del sistema nervioso central generada por esos medicamentos, produciendo inquietud, palpitaciones o dificultad para dormir.
Esto puede agravar los efectos secundarios y afectar la tolerancia al tratamiento.
Recomendaciones de los expertos
Desde el punto de vista de un experto, estos son algunos consejos que le servirán para manejar mejor el consumo del café.
Consulte siempre con su médico o farmacéutico si tiene dudas sobre si puede tomar café con su medicamento.
Respete un margen de tiempo entre la toma del medicamento y el café, especialmente en los fármacos más sensibles (tiroides, asma, antidepresivos).
Si su tratamiento requiere ayuno o un estómago vacío, evite tomar café muy cerca del momento de la medicación.
Si toma café con leche, crema o azúcar, considere que esos ingredientes pueden influir también en cómo reacciona su cuerpo.