Las Reservas Naturales de la Sociedad Civil (RNSC) son aquellos predios que, por decisión de su propietario, se convirtieron en áreas de de conservación de uno o varios ecosistemas naturales de un territorio.

Este tipo de reservas son parte de la categoría privada de conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP). De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), estos espacios son fundamentales en Colombia ya que reconocen a ciudadanos interesados en salvaguardar los recursos naturales.

Según el SINAP, existen más de 800 reservas de este tipo en el territorio nacional. La Aurora en la Orinoquia, El Hatico en el Valle del Cauca y la Planada en Nariño, son algunos referentes destacados.

La protección de bosques, páramos, humedales y otros cuerpos hídricos es uno de los compromisos ambientales de Colombia. | Foto: Mariana Estrada Gómez- Semana.

En ojos de la WWF, el registro de las Reservas de la Sociedad Civil en el país contribuye, entre otras cosas, al cumplimiento de acuerdos internacionales como las metas AICHI, unos importantes objetivos ambientales que buscan mantener y proteger la biodiversidad en Colombia.

Este tipo de predios no solo se limitan a la conservación, ya que muchas de ellas hacen parte de proyectos productivos y turísticos, siempre cumpliendo los objetivos ambientales. Para declarar como reserva natural este tipo de espacios es importante tener la propiedad legal del terreno y que este tenga un valor natural importante e interesante. Además, existe la posibilidad de que haya una exención o disminución del pago de impuesto predial.

Reservas de la sociedad civil y el río Bogotá

Hablar de las Reservas Naturales de la Sociedad Civil es poner sobre la mesa el aporte al medio ambiente que puede hacer cada persona. Estos territorios, por ejemplo, son fundamentales para proteger el recurso hídrico en caso de estar asentados en una cuenca hidrográfica, como la del río Bogotá,

Precisamente, la sentencia del río Bogotá, emitida por el Consejo de Estado en 2014, ordenó la restauración de las zonas de la ronda del afluente. “Zonas de páramo, bosques de niebla, áreas de influencia de nacimientos acuíferos y de estrellas fluviales, deberán ser adquiridos o protegidos con carácter prioritario por las autoridades ambientales, entidades territoriales y entidades administrativas de la jurisdicción correspondiente…”, cita el documento judicial.

Con este contexto, SEMANA y el Grupo Río Bogotá, con el apoyo de la Fundación Coca Cola, llevarán a cabo la conversación en vivo Reservas naturales de la sociedad civil para la recuperación del río Bogotá.

Este encuentro digital será clave para entender qué son exactamente estos terrenos, cómo establecerlos, por qué son importantes para la protección del río y mostrar algunos ejemplos que se están implementando en la cuenca alta del Bogotá.

Los invitados

Uno de los panelistas será Darwin Ortega, director del Ecoparque Sabana, ubicado en el Parque Jaime Duque, en Tocancipá. Con más de 17 años de experiencia en restauración de ecosistemas, este ingeniero ambiental se ha encargado de la recuperación de humedales como el Córdoba, Arrieros y Jaime Duque. Actualmente, lidera el proceso de restauración en el Ecoparque con ayuda de varios expertos con el fin de recuperar la fauna y flora afectada por las actividades humanas en este territorio.

En agosto de 2021, por ejemplo, se inició la construcción de un santuario en el Ecoparque para proteger siete colmenas de abejas mieleras. Este nuevo proyecto apícola permitirá la conservación de estos insectos, claves en la polinización de platas y la restauración de ecosistemas degradados.

Desde el mes de agosto, el Ecoparque Sabana se ha encargado de la protección de siete colmenas de abejas para recuperar ecosistemas locales. | Foto: Cortesía: Ecoparque Sabana-Fundación Parque Jaime Duque

Jaime Avellaneda, por su parte, es el administrador de la Reserva El Palmar y es el otro panelista invitado a este encuentro digital. Avellaneda, experto en ecoturismo e ingenio industrial, estableció esta reserva natural en una zona del bosque alto andino, en macizo de Chingaza. Su objetivo es conservar este ecosistema que es hábitat del oso de anteojos, la especie insignia de su proyecto.

Es por eso que lidera la “Ruta del oso”, un recorrido que hace con los visitantes en la reserva para crear conciencia frente a esta especie y mostrar su importancia para los ecosistemas. En las caminatas incluso han llegado a avistar algunos ejemplares.

Contéstese el próximo jueves, 11 de noviembre, a las 8:30 de la mañana, a través del Facebook y YouTube de Semana, o en el home de Semana.com, para conocer más sobre las reservas naturales y su importancia para recuperar fuentes hídricas como el río Bogotá.