Sin tener en cuenta los compromisos adquiridos en el marco del Acuerdo de París, los países productores de combustibles fósiles prevén un aumento colectivo en su producción en contravía de lo que se requiere para limitar el calentamiento global.

Así lo informó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), agencia que alerta cómo los gobiernos proyectan un aumento colectivo de la producción mundial de petróleo y gas a lo largo de las próximas dos décadas.

Según el informe sobre la Brecha de producción 2021, la suma de combustibles fósiles que planean producir los países sería por lo menos dos veces mayor de la que permitiría cumplir con los objetivos del acuerdo sobre cambio climático.

Un dato que inquieta a los investigadores es que los gobiernos tienen previsto producir en 2030 alrededor de 110 % más de combustibles fósiles de lo que sería coherente con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C, y un 45 % más de lo que sería ideal con miras a lograr un aumento máximo de 2°C. El tamaño de la brecha de producción se ha mantenido prácticamente sin cambios en comparación con las evaluaciones anteriores

Detalla que los planes y proyecciones de producción de los gobiernos supondrían un 240 % más de carbón, un 57 % más de petróleo y un 71 % más de gas de lo que sería ideal para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

Se prevé que la producción mundial de gas será la que más aumente entre los años 2020 y 2040, según los planes de los gobiernos. Esta expansión mundial continuada y a largo plazo de este combustible es incompatible con los límites de temperatura del Acuerdo de París.

Planta de energía de carbón generando contaminación. | Foto: acilo

El estudio realizado por la mencionada agencia de la ONU, en conjunto con varios institutos de investigación, también indica que solo se registraría una disminución modesta en la producción de carbón con respecto a los niveles de los últimos años.

En la investigación se analizan los planes de países como Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, India, Indonesia, México, Noruega, Reino Unido y Rusia, 14 de los principales países productores de combustibles fósiles.

Más recursos para este tipo de combustibles

El documento precisa que los países del G20 han destinado casi US$300.000 millones en fondos adicionales a actividades de combustibles fósiles desde el comienzo de la pandemia, un monto que, de acuerdo con PNUMA, es superior al que se ha dirigido al desarrollo de energías limpias.

La directora ejecutiva de la agencia de la ONU, Inger Andersen, afirmó que aún hay tiempo para limitar el calentamiento de la Tierra a 1,5°C para fin de siglo, según cita la Agencia de Noticias de la ONU.

“Pero esa ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente”, alertó la directiva, al realizar un llamado a todos los gobiernos para actuar con determinación y seriedad de cara a la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático COP26, que se llevará a cabo del 31 de octubre al 12 de noviembre del presente año.

Los autores de la publicación, por su parte, insistieron en la necesidad de que la producción mundial de carbón, petróleo y gas se empiece a reducir de inmediato y de forma pronunciada para ser coherente con la meta de limitar el calentamiento global.

Los precios del petróleo han ido al alza. REUTERS/Amr Abdallah Dalsh | Foto: REUTERS

“Sin embargo, los gobiernos siguen planificando y apoyando niveles de producción de combustibles fósiles que superan ampliamente lo que podemos utilizar para cumplirla”, manifestó Ploy Achakulwisut, el científico jefe del informe, investigador del Instituto del Ambiente de Estocolmo.

En contraste con la postura de los países, en los últimos años, ha disminuido significativamente el financiamiento público internacional para la producción de combustibles fósiles. El estudio reconoce como alentadores estos esfuerzos de las instituciones de asistencia al desarrollo, pero añade que éstos deben complementarse con políticas de exclusión de esas fuentes de energía.

Por esta razón, llama a los países productores a aceptar su responsabilidad de reducir la producción de combustibles fósiles para encaminar al mundo hacia un futuro seguro y climáticamente sostenible.