3I/ATLAS ha mantenido a la comunidad científica y al público en incertidumbre pues su paso por el sistema solar ha despertado más preguntas que respuestas, especialmente por la cautela con la que la Nasa se ha referido a él.
Mientras algunos lo consideran una posible señal de vida extraterrestre, la agencia estadounidense prefiere clasificarlo como un “objeto interestelar”, evitando de forma deliberada el término “cometa”.
Por qué la Nasa evita llamarlo cometa
Pese a las especulaciones, la Nasa ha sido clara en un punto: 3I/ATLAS no es un cometa convencional, la razón radica en su órbita hiperbólica, una trayectoria que no se cierra alrededor del Sol y que indica que proviene del exterior del sistema solar.
“Los astrónomos han categorizado este objeto como interestelar debido a la forma hiperbólica de su trayectoria orbital. (Su órbita no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol). Cuando se rastrea la órbita de 3I/ATLAS hasta el pasado, se observa claramente que el cometa viene desde afuera de nuestro sistema solar”, señala la Nasa.
Esa característica es la que justifica su clasificación como “objeto interestelar”, la tercera detección de este tipo registrada en la historia, después de ‘Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.
La agencia también ha asegurado que este visitante interestelar no representa peligro alguno para la Tierra, sin embargo, las solicitudes de Loeb y de la congresista Anna Paulina Luna para realizar observaciones adicionales, incluso con la sonda Juno, reflejan el creciente interés en conocer más sobre su estructura y origen.
Un visitante que divide opiniones
La historia del 3I/ATLAS comenzó a tomar fuerza cuando el astrofísico Avi Loeb criticó que la Nasa no había publicado las imágenes capturadas por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter, que registró al objeto mientras pasaba a unos 30 millones de kilómetros de Marte entre el 2 y el 3 de octubre.
Según Loeb, estas fotografías son “científicamente invaluables”, pero permanecen sin procesar por motivos burocráticos vinculados al cierre temporal del gobierno estadounidense.
La discreción del tema ha hecho que se mencionen diferentes teorías y especulaciones sobre la verdad de 3I/ATLAS, cuya composición y comportamiento sigue despertando misterios.
El máximo acercamiento del objeto a la Tierra está anunciado para el 19 de diciembre de 2025, fecha que podría ofrecer nuevas pistas.