Contar con una buena velocidad de internet puede convertirse en un verdadero desafío, especialmente cuando los usuarios enfrentan dificultades para cargar páginas web, enviar correos electrónicos o mantener videollamadas sin interrupciones. Estos inconvenientes, que en apariencia parecen simples, se convierten en un dolor de cabeza para quienes dependen de esta herramienta para trabajar o estudiar, sobre todo cuando las labores se realizan de forma remota.

Ante este panorama, buscar soluciones rápidas pero efectivas se vuelve una necesidad. En primera instancia, suelen aplicarse medidas básicas como reiniciar el dispositivo, cambiarlo de ubicación, alejar objetos que interfieran con la señal o modificar el canal de conexión para mejorar la velocidad. Aunque estas acciones pueden ofrecer cierta mejora, no siempre resultan suficientes, lo que obliga a considerar cambios más drásticos.

En la actualidad, la conexión a internet se ha convertido en un servicio esencial en la mayoría de los hogares. | Foto: Getty Images

Uno de los ajustes más efectivos es modificar el plan contratado con el proveedor de internet. En numerosos casos, la cantidad de megas ofrecida no es suficiente para las actividades diarias, especialmente cuando estas requieren un alto consumo de recursos.

Por ello, evaluar el uso real de la conexión es clave para determinar si es necesario un aumento de velocidad. Solicitar un plan con mayor capacidad a la compañía proveedora puede ser la forma más eficaz de duplicar el rendimiento de la red.

De acuerdo con el portal especializado tp-link.com, el consumo de internet varía de manera significativa según el tipo de actividad. Entre los perfiles más comunes se encuentran:

Navegadores ocasionales

En hogares donde el uso principal se limita a revisar correos electrónicos, visitar páginas web y utilizar redes sociales, un plan básico es suficiente. Para este perfil, se recomiendan velocidades entre 25 y 50 megabits por segundo (Mbps), lo que permite cargar páginas con rapidez, reproducir videos en resolución estándar y mantener conversaciones fluidas en plataformas de mensajería sin interrupciones.

Jugadores y aficionados al streaming

Los videojuegos en línea y la transmisión de contenido en HD o 4K requieren una conexión más estable y con mayor ancho de banda. Para este tipo de uso, se aconseja contratar planes de entre 100 y 200 Mbps, lo que asegura partidas multijugador sin retrasos y reproducción de video sin cortes. En casos más exigentes, un router especializado para juegos puede optimizar el rendimiento.

El router wifi es un dispositivo indispensable en los hogares. | Foto: Getty Images

Trabajadores remotos

Actividades como videoconferencias, transferencia de archivos pesados o el uso simultáneo de la red por varios miembros del hogar exigen al menos 100 Mbps. En este contexto, resulta fundamental no solo contar con una alta velocidad de descarga, sino también con una buena velocidad de carga para enviar documentos y transmitir reuniones en vivo sin problemas.

Realizar un análisis previo de las necesidades del hogar permite optimizar la inversión y garantizar que la conexión responda adecuadamente a las exigencias diarias, ya sea para navegar, trabajar, jugar o disfrutar del mejor contenido en streaming sin interrupciones.