La pirámide de Menkaure, la más pequeña de las tres grandes estructuras de Giza y posiblemente la menos alterada desde el Imperio Antiguo, vuelve a situarse en el centro de la atención arqueológica.
Un equipo conjunto de la Universidad de El Cairo y la Universidad Técnica de Múnich (TUM), dentro del proyecto ScanPyramids, identificó dos cavidades llenas de aire justo detrás de una zona de bloques pulidos en la cara este de la pirámide. Este hallazgo reaviva una hipótesis que llevaba años rondando a la egiptología: la posible existencia de una segunda entrada en el monumento de más de 4.500 años de antigüedad.
Un revestimiento peculiar que despertó sospechas
Durante años, los arqueólogos se mostraron desconcertados por la presencia de bloques de granito meticulosamente pulidos en el lado este de la pirámide, de unos cuatro metros de alto y seis metros de ancho.
Esta característica resultaba llamativa porque ese tipo de acabado solo se observa en los bloques que rodean la entrada principal del lado norte.
Esa similitud llevó en 2019 al investigador independiente Stijn van den Hoven a plantear la existencia de una segunda entrada, oculta detrás de ese misterioso revestimiento liso, construido durante el reinado del faraón Menkaure (aproximadamente entre 2490 y 2472 a.C.).
Tecnología que no afecta a la pirámide
Para investigar sin comprometer la integridad del monumento, los científicos emplearon georradar, ultrasonidos y tomografía de resistividad eléctrica. La combinación de estas técnicas y un método avanzado de fusión de imágenes permitió identificar dos anomalías estructurales con alta probabilidad.
Según los datos obtenidos, las cavidades se encuentran a 1,4 y 1,13 metros detrás de la fachada exterior. La primera, denominada A1, mide aproximadamente 1 metro de alto por 1,5 metros de ancho, mientras que la segunda (A2) tiene unas dimensiones de 0,9 por 0,7 metros, según la revista NDT & E International.
“La metodología de prueba que hemos desarrollado permite extraer conclusiones muy precisas sobre la naturaleza del interior de la pirámide sin dañar la valiosa estructura”, explicó Christian Grosse, profesor de Ensayos No Destructivos en la TUM.
“La hipótesis de otra entrada es muy plausible, y nuestros resultados nos acercan mucho a su confirmación”, agregó.
ScanPyramids: revelando secretos antiguos
No es la primera vez que ScanPyramids descubre secretos ocultos en las pirámides egipcias. En 2023, el equipo confirmó la existencia de un corredor desconocido en la Gran Pirámide de Keops, la más grande de Giza.
Aunque Menkaure es la más pequeña de las grandes pirámides, con cerca de 60 metros actuales (aproximadamente 65 en su diseño original), destaca por haber llegado hasta nuestros días con muy pocas alteraciones. Para los investigadores, esta preservación la convierte en una pieza clave para entender la arquitectura de la época.
Peter Der Manuelian, profesor de egiptología en la Universidad de Harvard, señaló a Live Science que el hallazgo es “muy interesante” y demuestra que “aún nos queda mucho por aprender sobre las pirámides de Giza”.
El experto recordó además que, salvo algunas excepciones, las entradas de las pirámides del Imperio Antiguo se encuentran en la cara norte, lo que hace que un posible acceso oriental sea aún más enigmático.
Próximos pasos y precauciones
La investigación se realizó bajo la supervisión del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto y el Ministerio de Turismo y Antigüedades, con el apoyo de instituciones como la Autoridad de Financiación de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, Dassault Systèmes, NHK y varias universidades y empresas tecnológicas.
Los científicos advierten que, aunque los resultados son prometedores, se requieren más análisis para comprender plenamente la naturaleza y función de estas cavidades recién descubiertas.
*Con información de DW.