Una de las fechas más esperadas del año ya está aquí. Este 28 de noviembre se celebra el Black Friday en muchos países del mundo, entre ellos Colombia, donde numerosos comercios aprovechan la jornada para lanzar descuentos y ofertas imperdibles que marcan el inicio de la temporada navideña.
Aunque nació en Estados Unidos hace varias décadas, con el tiempo esta iniciativa logró expandirse rápidamente a otros lugares del mundo, convirtiéndose en uno de los eventos comerciales más importantes del año.
Durante este fin de semana de rebajas, los ciberdelincuentes despliegan múltiples tácticas para engañar a compradores desprevenidos. Una de las más recurrentes es la creación de páginas falsas que simulan tiendas reconocidas, con precios tan bajos que resultan irresistibles. Estas plataformas imitan logos, colores y diseños oficiales para parecer legítimas, pero su verdadero propósito es robar datos personales y bancarios o recibir pagos por productos que nunca llegan.
Las redes sociales también se han convertido en un escenario clave para las estafas durante el Black Friday. Publicaciones patrocinadas o perfiles que aparentan ser de comercios confiables ofrecen productos de alta demanda a precios exageradamente bajos. Sin embargo, una vez reciben el pago, desaparecen o envían artículos falsificados.
Otra técnica que nunca pasa de moda —y que durante estas fechas se intensifica— es el phishing. Considerada una de las modalidades de engaño más utilizadas en los últimos años, opera principalmente a través de mensajes de texto o correos electrónicos que incluyen enlaces fraudulentos. Una vez el usuario hace clic, los delincuentes pueden acceder a información sensible, incluidas cuentas bancarias.
Ante este panorama, expertos de diferentes países han emitido alertas para ayudar a los consumidores a protegerse sin dejar de aprovechar los descuentos. Un ejemplo lo destaca Computer Hoy, medio tecnológico español, que recoge las recomendaciones de la Guardia Civil para evitar caer en estafas.
La principal sugerencia es actuar con rapidez y claridad: saber qué se quiere comprar para evitar búsquedas innecesarias que aumenten la exposición a posibles engaños. Esto no solo facilita encontrar buenas ofertas, sino que reduce el riesgo de acceder a páginas fraudulentas.
Además, insisten en no abrir enlaces enviados por correo o mensaje de texto, incluso si parecen provenir de tiendas legítimas. Si una oferta llama la atención, lo ideal es que el usuario busque la página oficial por su cuenta y verifique cuidadosamente que todo esté en orden.
Por último, recomiendan desconfiar de las ventanas emergentes que prometen descuentos adicionales, pues en muchos casos funcionan como anzuelos para atraer a los usuarios hacia promociones falsas que pueden comprometer su información personal o bancaria.