El departamento de Boyacá, ubicado en el centro de Colombia, es un destino turístico con múltiples encantos para sus visitantes, entre ellos sus hermosos paisajes montañosos y riqueza cultural e histórica.
Uno de sus 123 municipios es Sativasur, que está ubicado a 123 kilómetros de Tunja, y es el de menor población en esta zona del país, con poco más de 1.000 habitantes.
De acuerdo con información del Sistema de Información Turístico de Boyacá (Situr Boyacá), el territorio en el que está ubicado actualmente Sativasur fue habitado en el pasado por los indígenas sativas quienes que “se opusieron fuerte resistencia a los invasores, bajo el mando de los caciques Lupachoque y Ocavita”.
“El primero, falleció en el cerro Cuche, mientras que el segundo venció a los españoles en el Alto de los Pendones, lo que permitió firmar un pacto de paz entre ambos grupos. El último Cacique de Sátiva fue Sotopachó, quien tenía su resistencia en el sitio conocido como Bura. Finalmente, los indígenas fueron derrotados en el poblado de Chita. La región despertó gran interés por parte de Hernán Pérez de Quesada y sus tropas, debido a la alta disponibilidad de mano de obra india, al potencial agrícola de los suelos y alto volumen de lluvias”, subraya la publicación.
Economía y atractivos
Las principales actividades productivas en el municipio son la agricultura, la ganadería y la minería (caliza, hierro, carbón). Además, también se elaboran una gran cantidad de artesanías.
Entre los principales atractivos se encuentra la quebrada El Casadero o Chorro blanco, cuyas aguas se dirigen al río Chicamocha. Otro lugar importante es el santuario del Señor de los Milagros de Sativasur, considerado un lugar de gran peregrinación, especialmente los últimos días del mes de enero.
Entre los principales eventos culturales del municipio se encuentran las fiestas en honor al Señor de los Milagros, donde se llevan a cabo cabalgatas, feria ganadera, verbenas con música carranguera, comparsas, fuegos artificiales, misas. “Los pobladores de Sativasur son boyacenses muy arraigados a sus costumbres culturales y religiosas desde épocas ancestrales”, señala Situr.
Y agrega: “Dar un paseo por la plaza principal de Sativasur, es devolverse en el tiempo y revivir su místico pasado. Allí se encuentra la imagen de Jesús en la Cruz, la cual -dice la leyenda- un día de eucaristía comenzó a sudar milagrosamente, convirtiéndose así en benefactor de la región y lugar de gran peregrinación”.