Boyacá se ha consolidado como una región que llama la atención de los turistas, gracias a su amplia oferta de lugares para visitar, pero también a su importancia gastronómica e histórica y a la amabilidad de sus pobladores.

Este departamento cuenta con 123 municipios, distribuidos en 13 provincias. Uno de ellos se encuentra en la de Occidente. Se trata de Quípama, que tiene nombre de princesa, pues este fue dado por una de las hijas del cacique Itoco, que gobernaba en aquella región.

Inicialmente, este poblado fue una inspección del municipio de Muzo, sitio al cual se acudía para proveerse de víveres y alimentos. Luego, en 1986, fue elevado a municipio. Además de la minería, los habitantes de este destino se dedican al desarrollo de otras actividades como la ganadería y la agricultura, mediante cultivos como caña de azúcar, plátano, yuca y maíz.

El Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr) indica que Quípama no solo adoptó el nombre de una princesa, sino que se ubicó sobre parajes rodeados de belleza y biodiversidad, que resultan ideales para quienes disfrutan de los planes de naturaleza.

Quebrada La Caco en el municipio de Quípama. | Foto: Situr Boyacá/API.

En la lista de sitios de interés en este municipio boyacense están, por ejemplo, la quebrada La Caco, ubicada en la vía que conduce al municipio de Otanche, la cual es un buen lugar para tomar un baño.

A esta se adicionan las cascadas Hachita y Macanal, y los bosques Tapas de la Vega, que brindan condiciones indicadas para la recreación y el descanso, de acuerdo con Situr.

Están, además, zonas de extracción minera, donde el turista puede conocer de cerca todo lo relacionado con las esmeraldas y otros lugares como El Naranjo, área de hallazgos arqueológicos que dan cuenta de la existencia de un mar prehistórico y donde se observa la montaña que, según una leyenda, fue la última morada del cacique Itoco.

Sin duda, este destino es una buena opción para quienes disfrutan de las actividades al aire libre como el senderismo, el avistamiento de especies y el contacto real con la naturaleza.

Territorio de leyendas

Se dice Quípama es una tierra de leyendas. Por ejemplo, una de ellas se relaciona con que la doncella, hija del Cacique, viajaba sobre un enorme cóndor, recorriendo y vigilando el territorio de su padre, hasta que un día el ave se adentró en tierras muiscas y la hija del cacique muzo se enamoró del zipa de Bacatá: Tisquesusa.

Hallazgos arqueológicos en Quípama, Boyacá. | Foto: Situr Boyacá/API.

Cuenta la leyenda que cuando esto sucedió, el cóndor se convirtió en esmeralda, para que así la doncella lograra obtener el amor del gobernante; este hecho provocó la ira del cielo, el cual se oscureció y lanzó rayos que dieron muerte a todos los cóndores que surcaban los cielos de Bacatá.

De acuerdo con Situr, una leyenda más indica que al llegar los españoles, Itoco sacrificó a sus dos hijas para protegerlas, convirtiéndolas en montañas; a una la llamó Ibama y a la otra Quípama.