Se acerca la temporada el fin de año y son muchas las personas que aprovechan esta época para salir de vacaciones. Tomar un viaje largo o corto es una buena forma de desconectarse del día a día, del estrés que generan las actividades del trabajo o la oficina y también de la rutina.
En este proceso, empacar el equipaje es un aspecto fundamental y más si a los viajeros les gusta ir ligeros de equipaje, pues no siempre en la maleta de mano cabe todo lo que se quiere llevar.
El proceso de seleccionar lo que se empacará puede volverse abrumador, ya que en ocasiones existe la incertidumbre frente a si es lo adecuado o lo necesario. La presión de no olvidar nada importante, como un documento, una prenda esencial o un artículo, genera ansiedad y hasta angustia.
A esto se suma el dilema en torno al espacio y el peso de la maleta. Las restricciones aplicadas por las aerolíneas es un factor que no se debe dejar de lado. Es necesario organizar de manera eficiente para no exceder el peso permitido, pero al mismo tiempo la idea es contar con diferentes opciones para estar preparado ante cualquier situación.
Todo esto convierte el proceso de empacar en una tarea compleja que, aunque aparentemente simple, está llena de detalles logísticos y emocionales que requieren tiempo y paciencia.
¿Cómo hacer para llevar más ropa en una maleta pequeña?
Uno de los objetivos siempre será llevar más ropa en una maleta pequeña para no tener que facturar equipaje de bodega. Así las cosas, hay trucos que ayudan a lograr el objetivo.
Una publicación del portal Hogarmanía indica que este método consiste en combinar método de doblado de Marie Kondo, gurú mundial del orden, con un pequeño truco que ahorrará aún más espacio en la maleta, para que no se quede nada sin empacar.
Teniendo en cuenta lo anterior, la estrategia es la siguiente. A la hora de alistar la maleta de cabina, se recomienda doblar todas las prendas en vertical e introducirlas en una bolsa de ropa al vacío.
Luego de llenarla se comprime y absorbe el aire lo máximo posible. A medida que se haga, se notará como su volumen se reduce en cuestión de segundos. Un último paso es asegurarse de sellar bien la bolsa e introducirla en la maleta, siempre en la parte inferior, ya que es probable que pese un poco.
Se dice que con este sencillo método es posible empacar prendas que, por su propia naturaleza, ocupan demasiado espacio y de esta forma se logra que más ropa quepa en un espacio reducido.