El ajo es uno de los ingredientes más comunes en la medicina tradicional, por lo que hace parte de numerosos remedios caseros para tratar diferentes enfermedades. Así mismo, es usado en la cocina para potenciar el sabor de una gran cantidad de platillos.

Entre los usos medicinales del ajo destacan sus cualidades para reducir los niveles de glucosa en la sangre, mejorar la circulación, proteger el aparato digestivo y elevar las defensas para superar resfriados.

De acuerdo con información del portal especializado MedlinePlus, la glucosa es una fuente importante de energía para la mayoría de las células del cuerpo. Sin embargo, al ser la base fundamental de los carbohidratos, sus niveles en la sangre pueden elevarse a causa del consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono, como las frutas, los cereales, el pan, la pasta y el arroz.

Monitorear los niveles de glucosa en la sangre es clave para identificar posibles casos de diabetes, así como para hacer seguimiento a los ya diagnosticados con esta enfermedad. Generalmente, esta prueba se realiza en ayunas, es decir, cuando la persona no ha consumido la primera comida del día.

MedlinePlus anota que es recomendable acudir a un especialista médico para agendar un examen de azúcar en sangre si se presentan los siguientes síntomas:

  • Aumento en la frecuencia de la necesidad de orinar.
  • Reciente aumento de mucho peso.
  • Visión borrosa.
  • Confusión al momento de hablar o cambios de comportamiento.
  • Episodios de desmayo.
  • Convulsiones (por primera vez).
  • Inconsciencia o coma.

Ajo para reducir los niveles de glucosa

El Vademécum Colombiano de Plantas Medicinales menciona que, en estudios realizados en ratas a las cuales se les administraron extractos de ajo, “se observó disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos en plasma total”.

Otro estudio publicado en la revista Nutrition & Metabolism encontró que “el ajo mejora la sensibilidad a la insulina y los síndromes metabólicos asociados en ratas alimentadas con fructosa”.

“Al final de ocho semanas, los niveles séricos de glucosa, insulina, triglicéridos y ácido úrico, así como la resistencia a la insulina, medida por la prueba de tolerancia a la glucosa, aumentaron significativamente en ratas alimentadas con fructosa en comparación con las ratas alimentadas con almidón de maíz”, expuso la investigación en sus resultados.

El artículo, además, destacó que la administración de ajo crudo a ratas alimentadas con fructosa redujo los niveles séricos de glucosa, insulina, triglicéridos y ácido úrico, así como la resistencia a la insulina en comparación con las ratas alimentadas con fructosa.

“El ajo también normalizó el aumento de los niveles séricos de óxido nítrico y la disminución de los niveles de sulfuro de hidrógeno después de la alimentación con fructosa”, se lee en los hallazgos.

Los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden provocar complicaciones en la salud. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Los resultados de los experimentos desarrollados con ratas sugieren que el consumo de ajo es beneficioso para reducir los niveles de glucosa, insulina, triglicéridos y ácido úrico en la sangre. Sin embargo, aún se requiere mayor evidencia para conocer su efecto en humanos.

Aun así, las propiedades nutricionales del ajo lo convierten en un ingrediente notable para acompañar las comidas del día, no solo por su toque de sabor, también por sus aportes a la salud.

De acuerdo con Miguel Ángel Martínez Olmos, miembro del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), citado por CuídatePlus, el ajo contiene cantidades significativas de micronutrientes como el manganeso, la vitamina B6, la vitamina C y el selenio.

Además, el ajo es un alimento bajo en calorías y rico en polifenoles y otras sustancias antioxidantes. También destaca su contenido de potasio, calcio y vitaminas del grupo B.

Por supuesto, vale mencionar que el consumo de ajo por sí solo no hará que la salud de las personas mejore inmediatamente. En ese sentido, es clave acompañar un consumo responsable dentro de la dieta con hábitos como el ejercicio y la alimentación balanceada.