El dolor en el talón es un padecimiento común del pie. Normalmente se registra debajo o justo detrás de este, pero en ocasiones, también puede molestar en el costado. Si bien en un principio estos dolores suelen ser leves, pueden volverse graves y, a veces, provocar incapacidades, según explica el portal especializado Medical News Today.

Por lo general esta afección desaparece sin tratamiento, pero en algunas ocasiones puede persistir y volverse crónico. La causa más común de esta molestia, según el mismo medio se da por una inflamación de la “fascia plantar, un ligamento fuerte en forma de cuerda de arco que se extiende desde el calcáneo (hueso del talón) hasta la punta del pie”.

Otras razones por las que se puede presentar dolor en el talón, según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados unidos, son:

  • Correr en superficies duras como el concreto.
  • Tener rigidez muscular en la pantorrilla o el tendón de Aquiles.
  • Haber aterrizado con violencia o torpeza sobre los talones.
  • Usar calzado con soporte o amortiguación deficiente.
  • Haber tenido un giro repentino del talón hacia adentro o hacia afuera.

Existen múltiples formas de aminorar el dolor en los talones, entre ellas, se encuentra algunos hábitos listados por Medline Plus, como lo son reposar lo más que se pueda el área afectada, aplicar hielo en la zona donde está el dolor, cambiar de calzado y usar férulas nocturnas, si es necesario.

Así mismo, el portal especializado Mejor con Salud, listó algunos remedios naturales con los que es posible aliviar esta molestia.

Sales de Epsom

Ingredientes: media taza de sales de Epsom (100 g) y tres tazas de agua (750 ml).

Preparación y uso:

1. Poner a calentar el agua y, una vez tengan la temperatura deseada, agregar las sales.

2. Verter el líquido en un recipiente en donde se puedan meter los pies.

3. Sumergir el talón durante 20 minutos.

4. Al retirar los pies, secar con cuidado.

5. Hacer el proceso diariamente hasta sentir alivio.

Vaselina y pimienta de cayena

Ingredientes: tres cucharadas de vaselina (60 g) y media cucharadita de pimienta de cayena en polvo (2 g).

Preparación y uso:

1. Poner a derretir la vaselina a baño María.

2. Una vez su consistencia sea líquida, agregar la pimienta.

3. Mezclar, bajar del fuego y esperar a que se solidifique.

4. Tomar la cantidad que se considere necesaria con los dedos y aplicar en los talones.

5. Realizar masajes suaves en el área.

6. Repetir su uso dos veces al día.

Vinagre de manzana

Ingredientes: dos tazas de agua (500 ml) y media taza de vinagre de manzana (125 ml).

Preparación y uso:

1. En un olla hervir las dos tazas de agua.

2. Una vez hiervan, verter el agua en un recipiente grande y agregar el vinagre de manzana.

3. Sumergir los pies en el líquido hasta que este cubra los talones.

4. Esperar 15 minutos.

5. Repetir hasta sentir la mejoría.

Aceite de oliva y aceite de clavo

Ingredientes: dos cucharadas de aceite de oliva (30 g) y una cucharada de aceite esencial de clavo (15 g)

Preparación y uso:

1. Mezclar el aceite de oliva con el de clavo en un recipiente.

2. Calentarlo un poco en el microondas.

3. Comprobar la temperatura antes de aplicarlo para evitar quemaduras.

4. Frotarlo en el área afectada con masajes suaves.

5. Dejar secar los aceites en la piel. No enjuagar.

6. Repetir dos veces al día si es posible.