La suspensión de la irrigación sanguínea es uno de los principales causantes de infartos o derrames cerebrales, aunque no es el único factor. También se puede presentar cuando un vaso sanguíneo se rompe, lo que genera problemas para caminar, hablar y entender, además de parálisis o entumecimiento del rostro, los brazos o las piernas.

Según un informe de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, los ataques cardíacos –infartos– se deben a la obstrucción de un coágulo en las arterias coronarias, mismas que “llevan sangre y oxígeno al corazón”.

“El ataque cardíaco o el accidente cerebrovascular pueden ser el primer signo de que existe tal enfermedad”, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), que suelen estar relacionados con síntomas como dolor en el pecho, en los brazos, los codos e incluso la espalda, y pueden ocurrir en cualquier momento o en un transcurso de horas o incluso días.

La recomendación es que ante el más mínimo asomo de uno de los signos o síntomas, se debe acudir de inmediato al médico para que adelanten los estudios correspondientes y se tomen las medidas necesarias. Estos están relacionados con:

El mareo, pérdida del equilibrio o dificultad para caminar repentinos, son síntomas de un infarto cerebral. | Foto: Getty Images.
  • Mareo, pérdida del equilibrio o dificultad para caminar repentinos.
  • Confusión, dificultad para hablar o para entender lo que la gente dice, de forma repentina.
  • Entumecimiento o debilidad repentina de la cara, un brazo o una pierna, sobre todo en el mismo lado del cuerpo.
  • Dolor de cabeza muy fuerte que comienza de pronto y que no tiene causa conocida.
  • Convulsiones.
  • Debilidad o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
Los accidentes cerebrovasculares son una causa importante de muerte en el mundo. | Foto: Getty Images

Superalimento que previene infartos y derrames cerebrales

De acuerdo con la Asociación Española del Corazón, citado por Las Provincias, con el fin de evitar o disminuir en gran manera estos accidentes que perjudican el cerebro, es importante tener una dieta saludable y balanceada, que incluya el consumo diario de verduras, frutas, cereales integrales, lácteos, aceite de oliva y otras grasas saludables como los frutos secos; además de alimentos como las legumbres, la carne y el pescado es ideal ingerirlo varias veces durante la semana, pero no todos los días.

Uno de los alimentos que más se destacan es la raíz de apio, la cual, además, es considerada como un ‘superalimento’, gracias a sus beneficios y propiedades que contiene, “sustancias biológicamente activas y fibra, ayudando así normalización de la función de los órganos gastrointestinales”.

El apio tiene efectos diuréticos. | Foto: Getty Images

Dentro de los beneficios más importantes se encuentra su protección y prevención a diversas enfermedades del corazón, incluida la hipertensión, siendo uno de los principales trastornos que provoca cada año, por complicaciones derivadas, 9,4 millones de muertes en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A su vez, “la raíz de apio mejora la función cerebral y tiene un efecto beneficioso sobre las capacidades cognitivas. También suprime los efectos de las hormonas del estrés y tiene un efecto beneficioso sobre el sistema nervioso en general”, precisó Las Provincias.

A esto se adiciona, que por su contenido en saponinas y antioxidantes, el apio ayuda a disminuir el colesterol LDL, conocido como malo, evitando así su acumulación en las arterias y, en consecuencia, el desarrollo de aterosclerosis, infartos o ictus.

Contraindicaciones

Si bien es un producto natural, hay algunos casos en los que este jugo está contraindicado. Por ejemplo, no debe consumirse cuando se presentan afecciones renales agudas, durante el embarazo o si se padecen trastornos como cistitis. En otros casos, hay quienes pueden sufrir reacciones alérgicas como escozor en el paladar, lengua y labios o tos, por lo que se debe evitar su ingesta.