La cirugía de columna vertebral y de médula espinal son procedimientos con una alta tasa de complicaciones, como, por ejemplo, la pérdida visual postoperatoria, según el portal AnestesiaR.

No obstante, aunque sus posibilidades son bajas, el portal indicó que las posibles causas son:

  • Oclusión de la arteria central de la retina: ocurre cuando un coágulo de sangre obstruye el torrente sanguíneo en la vena principal de la retina, según la Academia Americana de Oftalmología y eventualmente, debido a la falta de circulación de la sangre, las células nerviosas del ojo se mueren y se puede perder más visión.
  • Neuropatía óptica isquémica: se produce cuando la sangre no fluye adecuadamente al nervio óptico del ojo, lo cual ocasiona daños duraderos al nervio y se pierde la vista de repente en uno o ambos ojos, de acuerdo con la Academia.

Adicional, AnestesiaR reveló que los factores de riesgo son: “procedimientos prolongados (más de 6,5 horas); pérdida sanguínea elevada; posición de decúbito prono; sexo masculino; obesidad; presencia de factores de riesgo cardiovascular”.

Por su parte, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que existen diferentes tipos de cirugía de espalda:

  • Discectomía. Esto implica la extracción de la parte herniada del disco para aliviar la irritación y la inflamación de un nervio. Por lo general, la discectomía implica la extracción total o parcial de la parte trasera de la vértebra (lámina) para acceder a la rotura de disco.
  • Laminectomía. Este procedimiento implica la extracción del hueso que recubre el conducto vertebral. Agranda el conducto vertebral y se lleva a cabo para aliviar la presión en los nervios causada por la estenosis del conducto vertebral.
  • Fusión. La fusión espinal conecta de forma permanente dos huesos o más en la columna vertebral. Puede aliviar el dolor agregando estabilidad a una fractura en la columna vertebral. A veces se utiliza para eliminar el movimiento doloroso entre las vértebras que puede causar la degeneración o lesión de un disco.
  • Discos artificiales. Los discos artificiales implantados son un tratamiento alternativo a la fusión espinal para el movimiento doloroso entre dos vértebras provocado por la degeneración o lesión de un disco. Pero estos dispositivos relativamente nuevos no son una opción para la mayoría de las personas.

De otro lado, el instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (Nichd, por sus siglas en inglés) explicó en su portal web que una lesión de médula espinal se puede tratar mediante una cirugía para extraer el fluido o tejido que comprime la médula espinal (laminectomía descompresiva); remover fragmentos de hueso, fragmentos de disco u objetos extraños; fusionar los huesos de la columna fracturados; o colocar soportes para la columna.

Cuidados básicos después de una cirugía

El portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, indicó que durante las primeras semanas de un posoperatorio se deben optar por alimentos que ayuden a la cicatrización o que tengan propiedades antiinflamatorias para facilitar la recuperación, como carnes magras, brócoli y frutas ricas en vitamina C, como naranja, fresa, piña o kiwi.

Asimismo, otros alimentos que se pueden incluir en la dieta después de una cirugía son:

  • Verduras cocidas, enlatadas o congeladas.
  • Papas.
  • Frutas enlatadas, así como puré de manzana, banano y melón.
  • Jugos de frutas y de verduras (algunas personas, especialmente aquellas con ERGE, es posible que quieran evitar los cítricos y los tomates).
  • Panes, galletas y pasta elaborados con harina blanca refinada.
  • Cereales calientes y refinados, tales como la Cream of Wheat (cereales farina).
  • Carnes tiernas y magras, como las de aves de corral, el pescado blanco y los mariscos, preparados al vapor, horneados o asados a la parrilla sin grasa agregada.
  • Mantequilla de maní cremosa.
  • Budín y natillas.
  • Galletas Graham y galletas waffle de vainilla.
  • Paleta de hielo y gelatinas.
  • Huevos.
  • Tofu.
  • Sopa, especialmente caldo.
  • Té ligero.

Otra recomendación muy importante es beber bastante agua después del alta médica, ya que mejora la función del cuerpo, ayuda a la recuperación y disminuye la hinchazón que puede haber después de la cirugía.

Además, es importante respetar el tiempo de recuperación y no realizar esfuerzos, levantar peso, subir escaleras, conducir, tener relaciones sexuales o hacer ejercicio físico. Normalmente, después de un mes de la cirugía, ya se puede regresar a las actividades, como trabajar, conducir, tener relaciones sexuales y realizar ejercicios leves, como caminatas.