Las vitaminas son sustancias orgánicas necesarias para el metabolismo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Normalmente, las fuentes de vitaminas están en los alimentos de origen vegetal y animal, y en los suplementos alimentarios.

Existen 13 vitaminas esenciales que el cuerpo necesita para funcionar de manera apropiada: vitamina A, vitamina C, vitamina D, vitamina E, vitamina K, vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6, vitamina B12, folato, ácido patoténico y biotina.

Las anteriores se agrupan en forma conjunta, debido a que son factores vitales en la dieta y porque todas se descubrieron en relación con las enfermedades que causan su carencia, pues no todas sirven para todo, cada una tiene una tarea específica en el organismo.

La deficiencia de vitaminas da paso al desarrollo de enfermedades simples o crónicas. Por ello, el portal especializado Tua Saúde ha listado una serie de patologías que podrían desarrollarse en el organismo a causa de la falta de vitaminas.

Deficiencia de vitamina C

Larry E. Johnson, médico de University of Arkansas for Medical Sciences, señala que esta vitamina participa en la formación de colágeno, carnitina, aminoácidos y hormonas. Además, es antioxidante, facilita la absorción de hierro y mejora la función inmunitaria.

La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

La deficiencia grave de vitamina C causa escorbuto, un trastorno caracterizado por manifestaciones hemorrágicas y alteraciones cutáneas. Además, causa anemia, sangrado de las encías, hematomas y mala cicatrización de heridas.

Debido a que el cuerpo no la produce, necesita obtenerla de la dieta. Esta vitamina se encuentra en las frutas cítricas, los tomates, las bayas, las papas, los pimientos, el repollo, las coles de Bruselas, el brócoli y las espinacas, según el portal especializado en salud, Mayo Clinic.

Deficiencia de vitamina E

Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, en el cuerpo la vitamina E actúa como antioxidante y ayuda a proteger las células contra los daños provocados por los radicales libres.

“La deficiencia de vitamina E puede causar daños a los nervios y los músculos, con pérdida de sensibilidad en los brazos y las piernas, pérdida de control del movimiento corporal, debilidad muscular y problemas de la visión. Otro signo de deficiencia es el debilitamiento del sistema inmunitario”, detallan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

La vitamina E suele obtenerse a través de una dieta balanceada. Naturalmente se encuentra en alimentos como las verduras de hojas verdes, frutos secos, semillas y aceites vegetales.

Deficiencia de vitamina D

La vitamina D cumple un papel fundamental en el organismo, dado que es la que se encarga de ayudar al cuerpo a absorber el calcio, que es uno de los principales componentes que fortifican y mantienen saludables los huesos.

Las personas pueden obtener vitamina D de tres maneras: a través de su piel al tomar el sol, consumiendo alimentos como el salmón y de suplementos en la dieta que deben ser recetados por un médico.

Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el déficit de vitamina D en el cuerpo humano puede tener varias consecuencias como pérdida de densidad ósea, aumento del riesgo de desarrollar osteoporosis, riesgo de sufrir fracturas, raquitismo (niños) y ostemalacia.

Deficiencia de vitamina A

“La vitamina A (retinol, ácido retinoico) es un nutriente importante para la visión, el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad”, explica Mayo Clinic y agrega que este tipo de vitamina también posee propiedades antioxidantes.

Los vegetales de hojas verdes, las hortalizas de color naranja como las zanahorias o las calabazas, los huevos y los melones son una fuente de vitamina A.

La Academia Estadounidense de Oftalmología explica que para poder ver todo el espectro de luz, el ojo tiene que producir ciertos pigmentos para que la retina funcione de la manera adecuada. En ese sentido, la deficiencia de vitamina A impide la producción de esos pigmentos, ocasionando ceguera nocturna.