La artritis es una enfermedad crónica que se caracteriza por hinchazón y sensibilidad en una o más articulaciones. Los dos tipos más comunes son la osteoartritis, también conocida como una afección degenerativa de las articulaciones, y la Artritis Reumatoidea (AR).

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, las características, gravedad y localización de los síntomas varían según la forma específica de la enfermedad. Por lo general, las afecciones reumáticas se caracterizan por presentar dolor y rigidez dentro y alrededor de una o más articulaciones.

“Los síntomas pueden manifestarse de manera gradual o repentina. Algunas enfermedades reumáticas también pueden implicar alteraciones en el sistema inmunitario y varios órganos internos”, precisa la citada fuente.

Información de la compañía de salud Sanitas, de España, indica que, si la artritis se transforma en una enfermedad crónica, lo que es frecuente en personas mayores, el tratamiento se centra en el control de los síntomas, en particular del dolor, y en mejorar la funcionalidad o evitar que ésta se deteriore aún más.

Una de las mejores formas de hacerle frente a este padecimiento es llevando una dieta indicada y realizando ejercicio. Según el portal de salud Tua Saúde, la alimentación aconsejable es aquella que aporte propiedades antiinflamatorias, como es el caso de los pescados, frutos secos y los productos fuente de vitamina C.

Melissa Ann Prest, dietista licenciada y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, asegura que las dietas mediterránea y DASH (dirigida a detener la hipertensión), que limitan el azúcar añadido, los carbohidratos refinados y las grasas saturadas, son las más destacadas desde el punto de vista antiinflamatorio, según se publicó en un artículo de la AARP, organización estadounidense que atiende a personas mayores de 50 años.

Los expertos sugieren incluir en la dieta alimentos ricos en omega-3 debido a sus propiedades antiinflamatorias. Estos ácidos se pueden hallar en alimentos como el atún, las sardinas, la trucha, la tilapia, el arenque, las anchoas, las semillas de chía, de linaza y las almendras, entre otros productos.

También es importante agregarles a los alimentos productos como ajo y cebolla. La citada fuente menciona un estudio publicado en la revista médica BMC Musculoskeletal Disorders, en el cual los investigadores concluyeron que las personas que comieron más alliums (incluidos ajo, puerros, cebollinos y cebollas) tuvieron significativamente menos probabilidades de desarrollar osteoartritis específicamente en la cadera.

“El efecto protector del ajo probablemente se debe al disulfuro de dialilo, un compuesto que parece combatir las citocinas inflamatorias (proteínas) que, de otro modo, amenazarían con dañar el cartílago”, precisa AARP.

Vitamina C

En cuanto a la vitamina C, es un nutriente que se halla de forma abundante en frutas y verduras. Las frutas más recomendadas son las cítricas como naranja, mandarina y piña, que son ideales para la producción de colágeno; recomendado para el buen funcionamiento de las articulaciones.

De igual forma, frutos rojos como la granada, sandía, cereza, frambuesas, fresas y guayaba, también son aconsejables debido a que contienen antocianinas, compuestos antioxidantes con propiedades antiinflamatorias.

En verduras, las mayores fuentes de esta vitamina son, según la biblioteca médica Medline Plus, el brócoli, las coles de Bruselas y coliflor; pimientos rojos y verdes; espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja verde y los tomates.

En la dieta para hacerle frente a la artritis tampoco debe faltar la vitamina D, pues existe alguna evidencia de que esta enfermedad puede empeorar en personas que posean bajos niveles de este nutriente. Por esta razón, de acuerdo con Tua Saúde es importante la exposición al sol, además de incluir alimentos ricos en esta vitamina como la leche fortificada, los huevos y los pescados grasos.