El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en la sangre, necesaria para formar células sanas. El riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca puede aumentar cuando se registran niveles altos de colesterol.

Los niveles altos de colesterol pueden aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca. | Foto: Getty Images

“Con el colesterol alto, es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos. Con el tiempo, estos depósitos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. A veces, esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular”, explica Mayo Clinic.

Cuando el colesterol llega a niveles altos no suele manifestar síntomas, la única forma de detectarlo es mediante un análisis de sangre. Si los análisis de sangre registran niveles de colesterol superiores a los recomendados, si la persona tiene antecedentes familiares de colesterol alto, enfermedad cardíaca u otro factor de riesgo como diabetes, presión arterial alta o si consume tabaco, las mediciones de esta sustancia suelen practicarse más a menudo.

Hay dos tipos de colesterol, que dependen de qué transporta la lipoproteína, comúnmente conocidos como colesterol bueno (HDL) y colesterol malo (LDL). El primero contiene lipoproteína de alta densidad, recoge el exceso de colesterol y lo lleva de nuevo al hígado. El segundo contiene lipoproteína de baja densidad, transporta las partículas de colesterol por todo el cuerpo y se acumula en las paredes de las arterias, lo que genera su endurecimiento y estrechamiento.

Los niveles de colesterol se miden en miligramos (mg) de colesterol por decilitro (dL) de sangre o milimoles (mmol) por litro (L). Cuando se trata de colesterol HDL, los números más altos son mejores, explica Mayo Clinic.

Así, en el caso de los hombres, el colesterol deseable es de 60 mg/dL (1.6 mmol/L) o más y se considera en peligro cuando se ubica en menos de 40 mg/dL (1.0 mmol/L). Para las mujeres, el colesterol deseable es de 60 mg/dL (1.6 mmol/L) o más, mientras que si es de menos de 50 mg/dL (1.3 mmol/L) se considera en peligro.

El colesterol alto puede heredarse, pero también puede ser el resultado de un estilo de vida poco saludable, en este último caso prevenible y cuyo tratamiento en caso de presentarse varía según el caso. | Foto: Getty Images

El colesterol alto puede heredarse, pero también puede ser el resultado de un estilo de vida poco saludable, en este último caso prevenible y cuyo tratamiento en caso de presentarse varía según el caso. Los suplementos dietarios son una alternativa que también surge para el tratamiento del colesterol.

Al respecto, Mayo Clinic enumera algunos suplementos que mejoran el colesterol, no sin antes advertir que el consumo de los mismos debe ser bajo la aprobación del médico de cabecera.

Berberina

La ingesta de berberina puede reducir los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL o “malo”) y triglicéridos. Entre los efectos secundarios que puede causar están: diarrea, estreñimiento, gases, náuseas o vómitos; puede causar daño a los bebés durante el embarazo y la lactancia.

Aceite de pescado

Su consumo puede reducir los triglicéridos en el organismo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que puede causar un sabor a pescado desagradable, mal aliento, gases, náuseas, vómitos o diarrea, así como interactuar con algunos medicamentos anticoagulantes.

Linaza molida

El colesterol LDL puede verse reducido con la ingesta de este alimento. Su consumo puede causar gases, distensión abdominal o diarrea, e interactuar con algunos medicamentos anticoagulantes.

Ajo

El ajo puede “ayudar a reducir levemente el colesterol, pero los estudios han dado resultados contradictorios”, describe la entidad.

El ajo puede ayudar a reducir el colesterol de forma leve. | Foto: Getty Images

Té verde o extracto de té verde

Su ingesta puede reducir el colesterol LDL. Náuseas, vómitos, gases o diarrea son algunos efectos secundarios que se pueden presentar con el consumo de té verde.

Niacina

El consumo de niacina puede contribuir en la reducción del colesterol LDL y los triglicéridos, así como ayudar a mejorar el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL o “bueno”). Su consumo puede causar picazón y rubor, “que son más comunes en las dosis más altas, que normalmente se necesitan para tener un efecto en el colesterol”, explica Mayo Clinic.

Estanoles y esteroles vegetales

Pueden reducir el colesterol LDL, en particular en los casos de personas que tengan una afección genética que causa colesterol alto (hipercolesterolemia familiar). El único efecto secundario que puede causar es la diarrea.

“Aunque los suplementos alimentarios pueden ayudar, es posible que también se necesiten medicamentos con receta para mantener el colesterol a un nivel seguro. Asegúrate de informar al médico si tomas algún tipo de suplemento alimentario ya que algunos pueden interactuar con los medicamentos que puedas estar tomando”, concluye la entidad sin ánimo de lucro.