De los generadores

Por la presente, Acolgen responde al artículo ‘Alta tensión’, aparecido en la edición #1336 de SEMANA. Los costos de la energía en Colombia no serán los mismos que tuvimos en el pasado, situación a la que debemos acostumbrarnos.

El ‘apagón’ que sufrió el país a principios de los 90 condujo al gobierno a mitigar el riesgo de generar energía, exclusivamente a base de hidroeléctricas, e incentivó la construcción de plantas de generación térmica a base de gas. La capacidad instalada del parque de generación térmico pasó del 20 por ciento en 1992 al 32 por ciento hoy. Esta política de Estado era consecuente con las altas expectativas de producción de gas que se tenían en el país.

A finales de los 90, Colombia experimentó una profunda recesión económica que, sumada a un exceso de oferta de capacidad instalada, redundó –durante más de 10 años– en un bajo nivel de precios de energía. Los industriales se vieron beneficiados al poder negociar por períodos prolongados, contratos bilaterales a precios sustancialmente bajos.

Esta situación se ha revertido. Hoy la economía colombiana está creciendo a un promedio del cinco por ciento y la demanda eléctrica ha crecido casi paralelamente.

El crecimiento de la demanda producto de la recuperación de la economía ha llevado a una disminución del exceso de oferta de energía. Hoy, son las plantas de generación térmica las que están marginando los precios de energía.

La generación térmica es sustancialmente más costosa que la hidráulica, pues debe asumir el riesgo del costo de los combustibles, así como el abastecimiento de los mismos. Los precios del diesel y del gas están íntimamente asociados al precio internacional del petróleo, el cual bordea hoy los 90 dólares por barril.
En términos de competitividad, es importante señalar que, a pesar de los subsidios que algunos países otorgan a los combustibles para generación de energía, los costos de la energía en Colombia son competitivos en la Región. Otro factor que incide directamente en los precios de energía son las contribuciones que la Ley colombiana les impone a los consumidores industriales, comerciales y a los estratos residenciales altos.

María Zulema Vélez Jara, Presidente Ejecutiva de Acolgen
Bogotá