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GOBERNADORES Y LA INFANCIA

16 de marzo de 1998

He tenido oportunidad de leer el artículo de Antonio Caballero titulado 'Un premio pedofílico', donde hace referencia a una inadecuada presencia infantil en la Cumbre de Gobernadores. A propósito, y con el debido respeto, me permito hacer algunas precisiones.Se contempló la participación infantil como un símbolo de reconocimiento a la generación del futuro. Treinta y dos niños y niñas ataviados con trajes típicos de diferentes regiones del país, fueron dispuestos, no para ser "arrastrados" por los mandatarios regionales, como afirma con guasa el comentarista, sino para que los acompañaran en su marcha hacia la siembra ritual de la palma de cera No hubo que "inventar trajes típicos", pues en cada departamento puede haber cinco o más. El niño de "machete al cinto", no llevaba ese aditamento como una arma, sino como la representación de una herramienta de subsistencia. Y la otra niña "vestida de no sé bien qué", en ningún momento representaba una momposina, sino una chapolera antioqueña. Se afirma que: "además otros niños disfrazados de soldados... cuyo traje típico, si excluimos la banderota colombiana que cargaban con evidente esfuerzo, era el uniforme militar diseñado por el rey Federico de Prusia....". Véase bien. Quienes cargaban las banderas, que no eran de Colombia sino de los 32 departamentos, lo hacían sin ningún esfuerzo evidente, por cuanto no eran niños, sino señoritas alféreces y cadetes, todas mayores. Todas ataviadas con los trajes de gala propios de su reglamento, diseñados y elaborados por la Policía Nacional. Admiro el valor expresivo del periodista y su inteligente pluma. En el caso presente, me tomo la libertad de colaborarle con estas aclaraciones, no de concepto sino de percepción gráfica, no tanto para justificar la organización de un acto, sino para dejar en claro nuestro respeto por la infancia. Andrés González Díaz, gobernador de Cundinamarca Bogotá

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