Gracias a las recomendaciones de Corpoica, los campesinos pueden trabajar con las herramientas más adecuadas. | Foto: Cortesía UPRA

INNOVACIÓN

El aporte de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria

Los estudios realizados por Corpoica le han generado 312.000 millones de pesos de ganancias adicionales a la cadena de producción del sector.

3 de mayo de 2018

Para que el campo florezca como se espera en estos tiempos de paz, es necesario que las inversiones, además de asegurar el crecimiento de la infraestructura y las operaciones, fomenten la investigación agropecuaria. Esta es una herramienta invaluable para el desarrollo de las zonas rurales. Y de ella se encarga Corpoica.

El factor humano ha sido determinante para que la entidad dé tan buenos resultados. Durante los últimos años pasó de 73 investigadores con doctorados, a 140 que ya han hecho sus contribuciones a la ciencia. Los estudios realizados le han aportado a la cadena de producción del sector una ganancia adicional de 312.000 millones de pesos.

A pesar del esfuerzo, desde la investigación y la ciencia todavía queda mucho por hacer, sobre todo si se tiene en cuenta la vocación agrícola del país. "Para conseguir que el sector sea más competitivo y sostenible, deberíamos contar con al menos 300 doctores", explica Juan Lucas Restrepo, director de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica).

La entidad igualmente ha logrado un desarrollo en infraestructura. En la práctica esto significa mejores centros de investigación y laboratorios bien habilitados. "También logramos una mayor cobertura en el territorio pues volvimos a Nariño, Caquetá, Norte de Santander y el Eje Cafetero", agrega Restrepo.

Nuevos materiales de siembra, semillas y bioproductos, además de recomendaciones tecnológicas y servicios, han logrado que los productores del país comprendan para qué les puede servir Corpoica. Algunos de ellos lo entendieron al recibir una semilla de caña, o de cacao, que junto con un análisis de suelos les mejoraron ostensiblemente sus negocios y, por supuesto, sus vidas.