15 de las 25 ciudades más ricas del mundo son ciudades puerto. | Foto: Montaje Semana

INTERNACIONAL

Las ciudades que crecieron con el mar

Las ciudades más ricas del mundo comparten algo en común: han crecido alrededor de la actividad portuaria. Hoy, el desafío es articular su infraestructura con la capacidad cada vez mayor de los buques contenedores y seguir moviendo el transporte global.

Andrés Bejarano*
1 de noviembre de 2019

La sincronía entre una de las actividades más antiguas de la humanidad, el comercio, con el ordenamiento y planificación de las ciudades permitió que los puertos se consolidaran como grandes motores económicos de las regiones y ocuparan por cuenta de su estratégica ubicación una posición relevante dentro del territorio. Las ciudades puerto son hoy espacios estratégicos, nodos que articulan el comercio global.

Así como la tecnología avanza a toda prisa y en solo 18 meses un dispositivo puede quedar totalmente desactualizado, la capacidad de carga de los buques contenedores cada vez es mayor. En 50 años esta pasó de 1.530 TEU a 23.756 TEU, la capacidad del MSC Gülsün, el buque más grande del mundo. Es decir, que hubo un incremento de 1.400 por ciento en solo medio siglo. Y no pararán de crecer.

Ese constante y significativo crecimiento de los buques genera desafíos para las ciudades puerto en relación con su infraestructura, logística y capacitación del personal. Adicionalmente las obliga a multiplicar la conectividad y transformarse en verdaderos ejes comerciales por aire, mar y tierra. De las 25 ciudades más ricas del mundo, 15 son ciudades puerto y de las 10 restantes, 9 están atravesadas por un río. Debido a su impacto económico y a su rol como facilitadores del comercio, los puertos han generado procesos de mestizaje que benefician tanto a locales como a migrantes. Esto ha contribuido, en gran medida, a que en la mayoría de estas ciudades se disfrute de un ambiente cosmopolita que enriquece el territorio y a sus habitantes, además de constituirse en un atractivo para el turismo.

Esto es evidente en lugares como Nueva York, donde se hablan 800 idiomas, o en Londres, en donde son 300. En Dubái el 84 por ciento de las personas son expatriadas, mientras que en Ámsterdam, Marsella y Singapur esta cifra llega casi al 50 por ciento. El continente americano no se queda atrás. Aquí el desarrollo de muchas ciudades estuvo impulsado principalmente por el transporte marítimo y como resultado florecieron Buenos Aires, Nueva Orleans, San Francisco, Vancouver y Veracruz. Lo mismo sucedió en Asia con ciudades puerto como Bombay, Colombo, Singapur y Shanghái, las cuales permitieron el intercambio de mercancías y conocimientos con Europa.

Los puertos hace muchos años dejaron de ser un simple punto de transferencia de carga para convertirse en auténticos nodos de conexión logísticos y de la cadena de transporte global (hoy el transporte marítimo representa el 80 por ciento del transporte global). Ese, precisamente, es el reto constante del Grupo Puerto de Cartagena: transformarse diariamente para estar a la altura de las exigencias del mercado mundial y seguir contribuyendo a la consolidación de Cartagena como una verdadera ciudad puerto.

Las ciudades que crecieron con el mar

*Analista de comunicaciones del Grupo Puerto de Cartagena.