NACIÓN

Crece la polémica por presunto ‘elefante blanco’ de Corpocesar

La obra donde funcionará la Corporación Autónoma Regional presenta un retraso de más de seis años. La Contraloría denunció que la construcción está parada y podría haber millonarias pérdidas, mientras que Corpocesar dice que el edificio se entregará en 2018.

3 de agosto de 2017

La Contraloría General de la República prendió las alarmas por las demoras en la construcción del edificio donde funcionará la Corporación Autónoma del Cesar (Corpocesar) en Valledupar. Según el ente de control, hay un retraso de 72% en la construcción del edificio bioclimático donde operará esa entidad, lo que representa un riesgo de pérdidas cercano a los 6.500 millones de pesos, que a su vez podría derivar en un nuevo ‘elefante blanco’ en el país.

Frente a esas afirmaciones Kaleb Villalobos, director de Corpocesar, aseguró que la obra sí ha tenido dificultades de ejecución pero que no es cierto que se encuentre parada. Esto a pesar de que la Contraloría señaló en un informe que para marzo de este año las obras estaban en estado de abandono y deterioro continuo, “lo que ha generado un detrimento de 5.768 millones pesos causados en fase I y 682 millones de los dineros girados en la fase II de la iniciativa”.

Por su parte,  Villalobos aseguró que se están ejecutando labores de construcción interna y que se está a la espera que los proveedores suministren el sistema de vidriería y de aire acondicionado requeridos para este tipo de edificación con base en los cambios estructurales por la norma de sismo resistencia NSR-2010. No obstante, el ente de control se evidenció que las estructuras de la obra habían sido construidas bajo parámetros de sismoresistencia anteriores, por lo que fue necesaria una nueva inversión de recursos para intervenir obras estructurales que ya habían sido construidas.

En una comunicación oficial la Corporación manifestó que desde la Oficina Jurídica de Corpocesar se adelantan las actuaciones  administrativas correspondientes para declarar el incumplimiento por parte del contratista Proeza Consultores S.A.S. “En lo que a mí respecta nadie puede señalarme de nada distinto a buscar que el proyecto salga adelante y tengo un compromiso con Dios, con la patria y la región de terminar este edificio que heredamos con dificultades y bajo esta administración estamos trabajando arduamente para terminarlo” aseveró Villalobos. 

Sin embargo, lo que más llamó la atención de la Contraloría es que la planeación y diseño del edificio bioclimático empezó en 2009, es decir, hace ocho años. La nueva fecha tentativa para la entrega de la obra es el 18 de febrero de 2018, momento hasta el cual tiene plazo el contratista que reemplazará a Proeza Consultores.

El llamado de atención se justifica ya que la obra tardará entre 9 y 10 años en entregarse cuando inicialmente estaba planeada para construirse en 16 meses. Según el informe de la Contraloría, la Gobernación de Cesar y Corpocesar suscribieron un convenio interadministrativo en octubre de 2013, el cual fue firmado por el entonces secretario de Infraestructura, Ómar Enrique Maestre Vélez, y el director general de Corpocesar, Kaleb Villalobos, y ascendió a más de 6.000 millones de pesos. En el reporte también se aseguró que el contrato estuvo suspendido entre julio de 2016 y marzo de 2017.

A pesar de esto, Corpocesar afirmó que junto con la Gobernación del Cesar se convino instalar una veeduría especial para que dentro de la ejecución del convenio exista un  seguimiento complementario externo a las partes. Se propuso como alternativa invitar a la Sociedad Colombiana de Arquitectos, Seccional Cesar, u otro equipo o ente que se defina concertadamente a través del comité del convenio.

Aunque Corpocesar respondió al llamado de atención de la Contraloría y no se mostró de acuerdo con muchas de los reclamos, también manifestó que es respetuosa de la institucionalidad y que está presta a atender los llamados de los organismos de control y demás autoridades. Habrá que esperar hasta el próximo año para saber si la obra se culmina, si se convierte en un ‘elefante blanco’ o si finalmente se entrega sin haber causado un detrimento patrimonial.