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CANTO A LA VIDA

Tras una larga lucha contra la leucemia, el tenor José Carreras vuelve a los escenarios.

6 de noviembre de 1989

Después de un largo y penoso tratamiento para combatir una severa leucemia que lo mantuvo alejado de la música durante dos años, regresó triunfalmente a los escenarios líricos el tenor español José Carreras. Su reencuentro con el canto - que muy pocos creyeron posible - tuvo lugar el pasado 24 de septiembre, cuando en el Teatro Liceo de Barcelona interpretó ante una selecta audiencia en el estreno mundial de la ópera "Cristóbal Colón", el papel protagonista de la obra, acto organizado dentro de los eventos que enmarcarán el quinto centenario del descubrimiento de América.

La ópera, escrita por el compositor español Leonardo Balada, con libretos de Antonio Gala y el concurso escénico de Tito Capobianco, contó con la participación de la gran soprano catalana Montserrat Caballé, en el papel de Isabel la Católica.

Para los asistentes, entre quienes se contaban los reyes de España, críticos llegados de varios lugares del mundo, personalidades de la sociedad y la música de España, el momento más emocionante se produjo cuando el tenor Carreras apareció en el escenario.
Una salva atronadora y prolongada de aplausos le dio la bienvenida de nuevo a la música, hecho que muy pocos vieron viable tras los sucesos que siguieron cuando le fue diagnosticado el cáncer.

Se recuerda como una pesadilla en la vida de José Carreras aquel septiembre de 1987 cuando, durante la grabación de la música de la película "La bohemia", de Puccini, que se adelantaba en París, una seria inflamación en las encías lo obligó a suspender el trabajo y acudir a un especialista. De allí fue trasladado al Instituto Pasteur, donde le fueron practicados innumerables análisis que determinaron el diagnóstico: leucemia linfoblástica, enfermedad que se lleva a nueve de cada diez pacientes.

Ante la gravedad del mal fue llevado al hospital de Seatle, en Estados Unidos, donde los últimos avances de la medicina le fueron aplicados al cantante. Tuvo que someterse a verdaderas torturas como lo ha comunicado en innumerables entrevistas, pero hoy, un año después de haber finalizado el tratamiento, empieza de nuevo a aceptar compromisos, tras afirmar que se siente totalmente curado, así los médicos no se atrevan a emitir un veredicto de curación total hasta tanto no hayan pasado cuatro años más.
A raíz de la enfermedad, José Carreras creó una fundación que lleva su nombre, que subsistirá con aportes suyos, producto de sus presentaciones artísticas, y con donaciones que recibirá de todo el mundo, con las cuales se financiarán investigaciones, el tratamiento a personas de escasos recursos económicos y la dotación de un banco de medula ósea para trasplantes.

Algo sorprendente en esta historia de dolor y triunfo, es que el cantante, no obstante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia intensivos que recibió, no perdió la calidad ni el volumen de su voz. Se cuidó de tomar precauciones, como fue soportar largas horas de angustia y tensión cuándo le fue practicado el autotrasplante de medula ósea, cirugía que, según exigencia del cantante, debió ser adelantada con anestesia local, para evitar los traumatismos que pudiera sufrir en una anestesia general cuando le colocaran tubos que pasaran por la garganta. Así, el timbre brillante y cálido característico de su voz quedó intacto, como lo comprobaron los asistentes al acto programado en Barcelona. Hoy José Carreras, con más entusiasmo que nunca, proseguirá su carrera por los escenarios del mundo. Recuperada la confianza, tiene en mente numerosos proyectos, entre ellos proseguir sus estudios de alemán para incursionar en la ópera de Wagner; revivió contratos discográficos que habían quedado en suspenso durante su enfermedad y numerosos teatros líricos del mundo sólo esperan el sí del gran cantante para tenerlo de nuevos en sus escenarios.