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Su oposición a la política exterior estadounidense desde los tiempos de la guerra de Vietnam lo llevó a convertirse en una de las voces intelectuales más críticas del mundo hacia el papel hegemónico que ejerce Estados Unidos

Fenómeno

Chomsky de Chávez

Noam Chomsky, uno de los intelectuales más reconocidos del mundo, ha sido descubierto por millares de personas debido a una recomendación del presidente venezolano Hugo Chávez.

30 de septiembre de 2006

Ojalá todo fuera tan fácil para un líder político como el poder volver exitoso un libro con sólo nombrarlo. Hace unos años La sombra del viento, del español Carlos Ruiz Zafón, se convirtió en un best seller en Alemania cuando el entonces ministro de Relaciones Exteriores, el carismático Joschka Fisher, lo recomendó en una entrevista de televisión días antes de comenzar la feria del libro de Frankfurt, la más importante del mundo. Algo parecido pasó en Colombia durante la presidencia de Belisario Betancur. El entonces presidente recomendaba a sus ministros leer Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar. De este libro se vendieron tantas copias que aún hoy permanece en la lista de los títulos que mejor se han vendido en las últimas décadas en el país. El último de estos ejemplos ha sido el de Hugo Chávez con Hegemonía o supervivencia, del norteamericano Noam Chomsky.

El mandatario venezolano llevó una copia de este título a la Asamblea General de la Naciones Unidas y ante el auditorio en pleno recomendó su lectura, dijo que todo el mundo debía leerlo en lugar de ver películas de Superman y Batman. "Excelente para entender lo que ha pasado en el mundo en el siglo XX, lo que hoy está pasando, y la más grande amenaza que se cierne sobre nuestro planeta: la pretensión hegemónica del imperialismo norteamericano pone en riesgo la supervivencia misma de la especie humana". Al día siguiente este título pasó a estar en la lista de los 10 libros más pedidos en Amazon y Barnes& Noble, y una semana después las ventas no han descendido. El éxito ha sido tal que su editorial norteamericana tuvo que mandar a reimprimir 25.000 nuevos ejemplares. Pero con este discurso Chávez no sólo tocó al libro con su varita mágica sino que hizo que mucha gente, empezando por una gran parte de la población estadounidense, quisiera saber quién era Chomsky, qué era lo que decía. Situación que no ha dejado de despertar sonrisas maliciosas y al mismo tiempo desconcierto entre un buen sector de la prensa internacional y personas medianamente informadas en todo el mundo que lo tienen como referencia desde hace años. "¡Hasta ahora vienen a descubrir a Chomsky!"

Y es que Abraham Noam Chomsky, matemático, filósofo y lingüista de 77 años, es uno de los intelectuales más conocidos del mundo. Su teoría sobre la lingüística que desarrolló en el estudio Estructuras sintácticas, publicado en 1965, cambió la manera de abordar esta ciencia y lo convirtieron en uno de los académicos más respetados del mundo. Sus posiciones en contra de la política exterior estadounidense desde la época de la guerra de Vietnam, y que se han hecho más notorias por su benevolente oposición a las guerras de Afganistán e Irak, lo convirtieron en una de las voces más críticas del mundo. No sólo es un fuerte opositor de la actitud prepotente de Estados Unidos ante el mundo sino que también es un gran opositor del capitalismo y el libre mercado. Más de 60 libros y miles de artículos respaldan su producción intelectual, tanto en el estudio del lenguaje como de la política.

Una encuesta realizada el año pasado entre los lectores de las revistas Foreign Policy, de Washington, y Prospect, de Londres, dio como ganador a Chomsky como el intelectual más importante del mundo seguido de Humberto Eco, a quien dobló en número de votos. Pero esto no es nuevo. Hace unos años The New York Times ya lo había catalogado como uno de los intelectuales norteamericanos más importantes; la revista Time lo había considerado una de las mentes más brillantes del siglo XX y el estudio The arts and humanities citation index (El índice de citas en artes y humanidades) había arrojado que Chomsky era el investigador vivo más citado en el mundo y el octavo de todos los tiempos. ¿Por qué entonces este revuelo en torno a su nombre?

Simple. Mientras que a Chomsky lo aman un gran número de europeos de izquierda y centro que apoyan su visión crítica sobre la posición de Estados Unidos e Israel en el mundo, la derecha estadounidense lo odia por las mismas razones. "A nadie le gusta oír las verdades", explica quien ha sido tildado de antiestadounidense por decir, entre otras cosas, que su país es "el gran exportador de terrorismo de Estado" que ha apoyado decenas de crímenes de guerra alrededor del mundo. "Si viviese en otro país también consideraría que es mi deber criticar las cosas que no me gustan", dijo en una ocasión en la que explicó que Estados Unidos no sólo es su política exterior. "Tenemos cosas muy admirables, mejores que el resto del mundo, como derechos y garantías constitucionales que fueron fruto de muchos años de trabajo y de lucha". Pero estas declaraciones han pasado inadvertidas para la gran mayoría del público estadounidense, que tiene la característica de considerar enemigo a todo aquel que lo critica. Y más aún si es de izquierda; de hecho Chomsky se denomina a sí mismo socialista libertario.

Es judío. Nació en Philadelpia en 1928, en una familia de inmigrantes. Sus padres se dedicaron siempre al estudio y la enseñanza del hebreo. Sin embargo, a Chomsky se le cataloga como antisemita, entre otras razones por defender en la década de los años 70 a un profesor francés que dijo que en Auschwitz no habían existido cámaras de gas, por lo que fue puesto en prisión. "Si usted cree en la libertad de expresión, hay que creer en la libertad de expresión de puntos de vista que a usted no le gustan", dijo entonces. Con esta lógica, Chomsky asegura que el respeto a la libertad de expresión es uno de los aspectos que más rescata de Estados Unidos. Que él diga lo que piensa y aun así pueda trabajar en su país es un aspecto que dice hacerlo sentir orgulloso.

Sus opositores son muchos. Gran parte de sus colegas del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), donde es profesor del Instituto de Lingüística desde hace más de 50 años, le tienen desconfianza por sus posiciones políticas. Es casi tener un enemigo en el seno de la universidad donde se realizan las más grandes investigaciones tecnológicas y de armamento del imperio. Sus contradictores lo acusan de manipular datos y de presentar los hechos de una manera simplista. De hecho, su crítica posición ante la ayuda de Estados Unidos a Colombia a través del Plan Colombia ha encontrado muchos opositores en el país.

Pero ese es Chomsky. Nunca dice algo que no cause controversia. Así ha llegado a convertirse en una de las voces más leídas y consultadas del mundo. Y más ahora que Chávez, sin que él lo necesitara, le ha dado una mano y lo ha llevado a encabezar la lista de los best sellers al lado de Harry Potter, Stephen King y Dan Brown.