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La Orquesta del Festival de Dresden ofrece una experiencia como pocas por los instrumentos originales que utiliza. | Foto: getty images

MÚSICA

El Festival Internacional de Música Clásica, o la semana de pasión… musical

La apuesta cultural más importante del Distrito después del Festival de Teatro, llenará la ciudad de sonidos de las tres máximas figuras del romanticismo alemán.

Emilio Sanmiguel
23 de marzo de 2019

A menudo se olvida que Fanny Mikey y Ramiro Osorio crearon el Festival Iberoamericano de Teatro en 1988, cuando cayeron en cuenta de que las costumbres habían cambiado. La apuesta claramente resultó exitosa. Por eso, en 2013, como director del Teatro Mayor, Osorio decidió hacer otra: ocupar el vacío que dejaba el Iberoamericano, que se realizaba en los años pares, y crear un festival de música clásica para los impares. El de 2013 fue para Beethoven y el de 2015, para Mozart. En 2017 se la jugó por los compositores rusos. Y tal como en las ediciones anteriores, tuvo un éxito absoluto. Estos eventos han conseguido el milagro de convocar a la afición musical no solo de Bogotá, sino de todo el país.

Para el de este año, que va del 17 al 20 de abril, los organizadores han preferido eludir el lugar común de dedicarlo a figuras seguras, como Händel, por ejemplo, a favor de los tres compositores más relevantes del romanticismo alemán: Franz Schubert, Robert Schumann y Johannes Brahms.

La selección no es de ninguna manera arbitraria. Brahms gozó del reconocimiento de sus contemporáneos y, en su momento, le hizo el contrapeso necesario al wagnerismo que inundó la segunda mitad del siglo XIX. Al contrario de Brahms, Schubert y Schumann fueron ignorados y solo llegaron a la galería de los grandes muchos años después de su muerte.

A Schubert, que falleció en 1828 a los 31 años, uno de los compositores asociados con Viena, y el único nacido allí, lo reconocían como un ingenioso compositor de lieder. En vida solo hubo un concierto con su música, pero pasó inadvertido porque la llegada de Paganini lo opacó. En realidad, salvo por sus lieder, nadie lo tomaba en serio como compositor, ni siquiera sus amigos.

Schumann, que por su oficio de crítico sí sabía de Schubert, en 1838 viajó a Viena para entrevistarse con Ferdinand Schubert, que celosamente guardaba los manuscritos de su hermano. Regresó a Leipzig con el de la Sinfonía en do mayor, La grande, logró que Mendelssohn la estrenara en la Gewandhaus y lo demás es historia.

En 1853, por recomendación del violinista Joseph Joachim, Schumann recibió en su casa a Johannes Brahms, de 20 años. Inmediatamente, se dio cuenta de que se trataba de un genio y pronunció la frase que determinó el futuro de Brahms: “Él es el elegido. Sugería así algo que, en buena medida, es verdad: fue el heredero de Beethoven.

A lo largo de 50 conciertos, 12 de ellos de entrada gratuita, en 15 escenarios, Bogotá tendrá la oportunidad de disfrutar, efectivamente, de las obras más importantes, las más populares y también las más representativas de los tres. Obviamente, esta semana de pasión musical tendrá su epicentro en el Teatro Mayor, que, como en ediciones anteriores, hará posible que el aficionado pueda asistir a tres o cuatro conciertos a lo largo del día, hasta con plazoleta de comidas.

Hombre de varias facetas, el virtuoso violonchelista Jan Vogler es también escritor, y ha hecho giras acompañado del actor Bill Murray.

Esta es una selección de algunos conciertos que revisten particular interés:

Abril 17, 8:30 p. m.

Teatro Mayor

Con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la pianista francesa Lise de la Salle tocará el Concierto en la menor, op. 54, de Schumann, una de las piedras angulares del repertorio para piano y orquesta. El programa incluye la Sinfonía n.º 4 en mi menor, op. 98, de Brahms, absoluta obra maestra del sinfonismo alemán.

Abril 17, 6:00 p. m.

Teatro Estudio

El tenor alemán Christoph Prégardien, acompañado al piano por el británico Roger Vignoles, recorrerá dos de los grandes ciclos de lieder de Schumann: Dichterliebe, op. 48, Amores de poeta, y Liederkreis, op. 39, Ciclo de canciones. Al prestigio internacional de Prégardien como liederista habría que añadir que se trata de dos auténticas obras maestras del género.

Abril 18, 10:30 a. m.

Teatro Estudio

El Trío Alba, de Austria, toca el Trío n.º 3, op. 110, de Schumann, y el n.º 2 en mi bemol mayor, op. 100, de Schubert, uno de los más grandes tríos para violín, piano y cello de la historia.

Abril 18, 6:00 p. m.

Teatro Estudio

El barítono alemán Günter Haumer, con el pianista Roger Vignoles, interpreta el más importante ciclo de lieder de la historia: Winterreise, Viaje de invierno, op. 89, sobre poemas de Wilhelm Müller, testamento musical y cumbre absoluta del más grande compositor del género: Franz Schubert.

Abril 18, 2:00 p. m.

Teatro Mayor

Qué sería de la historia del cuarteto de cuerdas sin estas dos obras imprescindibles de la música de cámara: el n.º 13 en la menor, op. 29, Rosamunda, y el n.º14 en re menor, La muerte y la doncella, ambos de Schubert. Estarán a cargo del Cuarteto Mandelring de Alemania.

Abril 19, 8:30 p. m.

Teatro Mayor

La Filarmónica de Konstanz, dirigida por Ari Rasilainen, acompaña a uno de los más grandes pianistas de nuestro tiempo, el británico Stephen Hough en el telúrico Concierto n.º 1 en re menor, op. 15, de Brahms, una de las obras más complejas del repertorio del siglo XIX. El complemento es la Sinfonía n.º 3 en mi bemol mayor, Renana, de Schumann. Sus sinfonías son imperfectas, pero tan inspiradas, subjetivas y originales que ocupan un lugar inamovible en el repertorio.

Uno de los más grandes pianistas de nuestro tiempo, el británico Stephen Hough.

Abril 20, 2:00 p. m.

Teatro Mayor

Le corresponde a la Orquesta Sinfónica de Amberes, bajo la dirección del norteamericano Robert Treviño, recrear la Sinfonía n.º 9 en do mayor, La grande, D. 944, de Schubert. La descubrió Schumann, y los musicólogos no dudan en instalarla prácticamente a la altura de la Novena beethoveniana. Además, una joya brahmsiana, el Doble concierto para violín y violoncello en la menor, op. 102, con Ray Chen (violín) y Jan Vogler (cello).

El taiwanés Ray Chen, un fenómeno del violín.

Abril 20, 5:00 p. m.

Teatro Mayor

El británico Stephen Hough, con la Filarmónica de Bogotá, tocará el monumental Concierto n.º 2 en si bemol mayor, op. 83, de Brahms. En la primera parte la Sinfonía n.º 4 en re menor, op. 120, de Schumann.

Abril 20, 8:30 p. m.

Teatro Mayor

Este concierto puede ser la cumbre del evento. La Orquesta del Festival de Dresden, dirigida por Johannes Klumpp, interpretará una de las glorias de la música romántica alemana, y de todos los tiempos. Se trata de Ein Deutsches Requiem, Réquiem alemán, op. 45, de Brahms, con el Coro de la Ópera, el Coro Filarmónico Juvenil, la soprano Elena Copons y el barítono José Antonio López como solistas.