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EN LA CUERDA FLOJA

Ahora, Sylvester Stallone es víctima del poder de un astuto policía.

15 de enero de 1990

"CONDENA BRUTAL"
Dirigida por John Flynn
Con Sylvester Stallone y
Donald Sutherland

Quienes hayan seguido de cerca la carrera del director norteamericano John Flynn, no se extrañarán del argumento ni del escenario escogidos para su nueva película, protagonizada por un Stallone más mesurado y vocalizando un poco más lo que dice.
John Flynn comenzó como mensajero en un estudio y luego el director Robert Wise le dio la oportunidad para que trabajara como aprendiz del guionista en West Side Story. Después fue asistente en numerosas películas, antes de dirigir la suya, "El sargento", con un brutal Rod Steiger, y más tarde The Oufit, con Robert Duvall; Defiance con Jan-Michael Vincent; The Jerusalem File, y una de las más famosas sobre el tema de las secuelas de Vietnam en los norteamericanos, Rolling Thunder. Después provocaría toda clase de reacciones con su película sobre la historia desconocida de Marilyn Monroe.
Mirando "Condena brutal" uno siente que hay algo de los personajes, las historias y las situaciones anteriores, narrado de nuevo por este director. El protagonista se llama Frank Leone, a quien le faltan seis meses para salir de prisión. Una noche, sorpresivamente, es trasladado a una penitenciaría donde lo espera el oficial Warden Drumgoole (interpretado por Donald Sutherland, más sádico y amanerado que en "Casanova"), quien ha movido todos sus contactos para lograr ese traslado. Quiere vengarse de todos los problemas que le causó Leone varios años atrás: mientras cumplía otra condena leve, supo que el padre adoptivo estaba agonizando. Pidió permiso para verlo, el otro se lo negó y entonces escapó a sólo dos semanas de quedar libre del todo. El incidente se convirtió en escándalo periodístico, acusaron a Drumgoole de brutalidad, fue degradado a lo peor de las prisiones y Leone recibió una condena más larga. Ahora, cuando sólo faltan seis meses para quedar libre otra vez, el detenida es puesto en las manos de su antigua carcelero y sera sobre esa tensa cuerda, sobre esas relaciones brutales, donde el director Flynn construya su película, alimentada con una atmósfera oscura, salvaje, claustrofóbica, girando alrededor del juego de gato y ratón que carcelero y detenido adelantan con la ayuda de otros guardias y prisioneros. Hay más acción que diálogos y esto favorece a Stallone, quien no sabe hablar. Es una parábola (Kafkiana, dicen los guionistas) sobre la supervivencia de un hombre solitario ante el abuso del poder, y es curioso contemplar a Stallone haciendo de víctima. Todo es más poderoso y sicológicamente es impotente.

"EL SECRETO DEL ABISMO"
Dirigida y Escrita por James Cameron. Con Ed Harris y Mary Elizabeth Mastrantonio.

En inglés esta película se llama "Abismo" y la figura de esa hondonada, esa oscuridad, esa distancia es supuestamente planteada en distintos niveles. En los problemas conyugales de esos dos científicos, quienes se ven obligados a trabajar juntos en ese rescate en la enorme cueva que en el fondo del océano sirve de refugio a esos visitantes extraterrestres que parecen escapados de una película de Spielberg y Lucas; en el mismo mar que desajusta la estabilidad de esas gigantescas plataformas que están aferradas a la arena del fondo como grandes crustáceos; en la concepción misma de la naturaleza, oscura y peligrosa, devorando máquinas y naves y buzos y animales en una sucesión de desastres que comienza con una sutil y luminosa señal en la pantalla de un radar.
James Cameron es famoso en Hollywood por su películas Terminator (con esa secuencia del esqueleto metálico del monstruo, partido por la mitad, arrastrándose sobre el sinfin de la fábrica, atrapando el pie de la muchacha), y "Alien, el octavo pasajero", con una Sigourney Weaver atlética dándose balazos con el visitante galáctico mientras defiende a la niña. Por eso le dieron un presupuesto extravagante de 50 millones de dólares y por eso el espectador es obligado a que no olvide, durante la proyección, que se halla sumergido en una superproducción. Lo malo es que el mismo espectador (frustrado con otra que costó 50 millones "Batman"), a la salida, además de respirar aire fresco, sentirá que sobraba una hora de historia y que los abismos han podido ser más selectivos, menos succionadores hasta tocar fondo.