Home

Cultura

Artículo

LA ULTIMA ZAFRA

Con los premios recientes y los primeros resultados de su escuela, el cine cubano está de moda

3 de agosto de 1987

El hombre es un oportunista, un trepador, un arrodillado y cada vez que hay cambio de gobierno en Cuba, acude solícito a besar la mano del nuevo mandatario y cambiar el retrato que tiene en su oficina. Es un hombre de éxito un triunfador, alguien para quien la política, la moral, el dinero, las mujeres, el amor y la violencia tienen que ser ejercidos pasando por encima de los cadáveres ajenos. Es un hombre tan hábil que ni siquiera el sentido drástico de la Revolución ha podido extirpar del todo una plaga que sigue fomentándose.
Un tema y un personaje como éstos tenían que provocar polémica y muy encendida. En diciembre, en el Festival de La Habana algunos acusaron al director de esta película, Humberto Solás, de estar falseando la realidad histórica y en Cannes algunos críticos se preguntaban qué estaba pasando con el cine cubano que se permitía una mirada tan dura sobre un hecho que se presenta en cualquier sociedad.
Realizada con una fiel y hermosa reconstrucción de época que va desde 1932 hasta 1959, "Un hombre de éxito", la ganadora en el reciente Festival de Cartagena, se inscribe en la búsqueda paciente emprendida por Solas en las raíces políticas, culturales y saciales de su país y en este caso, con una historia que era explosiva desde los primeros planos. Y es que el hombre no está sólo, tiene un hermano, con los mismos orígenes burgueses ("La burguesía cubana nunca fue nacional, siempre estuvo représentada por los intereses extranjeros", dice Solás), pero partidario de los comunistas con quienes compartirá palos, lágrimas y heridas, y hasta el mismo exilio a España, durante la guerra civil y en el medio, la madre, testigo tembloroso del desgarramiento de esa familia, ejemplo de la situación vivida por millones de cubanos, especialmente en los años sesentas y setentas, situación hábilmente mostrada por Jesús Díaz en "55 Hermanos". Rodada en 60 locaciones a un costo de 300 mil dólares y durante 9 semanas, "Un hombre de éxito" le ha servido a su director para demostrar que también puede hacer películas baratas, teniendo en cuenta sus superproducciones anteriores.
Este año los cubanos trajeron gente para todos los eventos del Festival. Encabezados por cuatro de sus mejores realizadores (Pastor Vega, Manuel Pérez, Daniel Díaz y Solás), una actriz muy popular (Mirta Ibarra), y miembros de los sindicatos de técnicos y actores, y la plana mayor de la Fundación para el Nuevo Cine Latinoamericano; proyectaron varios documentales y la segunda película de Daniel Diaz, "Otra mujer", con guión del novelista Jesús Díaz. Aquí ya no se trata de una reconstrucción histórica ni de dos hermanos enfrentados sino el drama de una mujer a quien el marido abandona por otra.
No, no es una telenovela, es un caso real conocido por Diaz mientras realizaba un documental en una zona rural. La mujer con un hijo pequeño tiene que encargarse de la tienda que surte al pequeño pueblo. Los alcances históricos de la película de Solás aquí han sido transformados en una mirada angustiosa pero esperanzadora al final, de ese infierno doméstico que para los cubanos representaba la puesta en marcha de esos negocios manejados por particulares que abusaban de la gente. Curiosámente el marido sale ganando. Se queda con la otra. Antes de su salida comercial, los realizadores la mostraron con dos finales a distintos grupos y las reacciones de las mujeres contra el presunto machismo de la película fueron divertidas. Tan divertidas como los comentarios de los cartageneros quienes en el fondo, se parecen mucho a los cubanos.