MADE IN U.S.A.

Para conmemorar 15 años de iniciada la colección de gráfica norteamericana, se exhibe en el Museo de Arte Moderno La Tertulia de Cali, un sucinto panorama de arte estadounidense en las últimas décadas. Varios motivos animaron a ir formando este conjunto; tal vez los más significativos fueron los eventos gráficos que a partir de 1969 se celebraron en Cali. Primero se llamó Salón Panamericano de Artes Gráficas, y luego Bienal. Naturalmente Norteamerica era un punto fundamental en estos encuentros. Se invitaron y presentaron obras de De Kooning y Motherwell, maestros claves de los años cincuenta en el arte contemporáneo y personalidades tan polémicas y arrebatadoras como Christo y Walter de María; artistas pop como Lichtenstein y Rucha también se hicieron presentes.
El arte norteamericano a partir de la Segunda Guerra Mundial se volvió una referencia obligada para los conocedores, coleccionistas, idólatras y los mismos artistas activos. La Costa Oeste rivalizó con el sector Este: Los Angeles y Nueva York, fueron escenarios fructiferos. La rápida asimila ción de las investigaciones inglesas a finales de los años cincuenta, y la marcada diferenciación por parte dt los expresionistas abstractos--lídere número uno de su tiempo--rigieron los destinos del arte. La hegemonía de Manhattan es tan marcada, que muchos coinciden en considerarla la capital del mundo, no solamente para referirse a cuestiones estéticas.
En las Bienales Gráficas de Cali, e público y los mismos artistas pudieron ver las semejanzas, diferencia y al tiempo hacer paralelos con el arte de los Estados Unidos. Incluso varios artistas como Louise Nevelson, Pete Milton, Carol Summers, David Becke y el argentino nacionalizado, Mauricio Lasansky, obtuvieron reconoci mientos, con obras que hoy hace parte de este patrimonio y exhibición
La colección que se inauguró con portafolio Hollander Woshop, ad quirido en 1969, incluía obras de Sar Francis, De Kooning, Kelly, Lichtenstein, Lindner, Motherwell, Nevelson, Pearson y Steinberg. Rápida mente, en el lapso de 2 años, el conjunto se vio completado con trabajos de artistas pop, tan atractivos en ese entonces como hoy, vistos en una perspectiva histórica. Andy Warhol, Robert Rauschenberg, Jim Dine y Robert Indiana, obras que ilustran en 1 espectador una típica estética de los años sesenta: sociedad homologada, vanalidad, politización, liberación e ingredientes que hacen valer la vulgaridad como una reconocida categoría.
Las frases de Warhol, el niño terrible te ese período, señalan bien el ánimo reinante en la década de Marilyn y los Beatles, "En un futuro todo el mundo será famoso al menos por-quince minutos", Serfa estupendo si todos fuéramos exactamente iguales".
En 1974, se adquiere la litografía Blue Moon del veterano Alexander Calder, un artista fundamental en el siglo.
La exhibición ilustra sobre las distintas técnicas gráficas tradicionales y experimentales, además ofrece a través de ellas, trabajos de escultores, pintores y objetistas. Incluye también obras de diseño, debidas al maestro de la Bauhaus, Herbert Bayer y a Milton Glacer. Naturalmente están los grabadores de oficio que representan distintos sectores y modalidades.
La variedad de planteos es también una señal de vitalidad del arte contemporáneo en este país, cuyo desarrollo es incuestionable y ha logrado influir profundamente en los acontecimientos internacionales de diversa índole. De allí el siempre reiterado atractivo de una muestra como ésta.
Están además de los mencionados, trabajos de Will Barnet, Leonard Baskin, Warrington Colescott, Allan D'Arcangelo, John Paul Jones, Robert Kipniss, Kenjilo Nanao, Robert Nelson, Thom O'Connor, Gabor Peterdi, Charles Roth, Massaki Sato, Ernest Trova, William Weege y Richard Claude Ziemann.
Este medio centenar de obras seráexhibido en el mes de abril en el Centro Colombo Americano de Bogotá, y por su iniciativa y patrocinio, irá luego a sus afines en Medellín y Barranquilla.-
Miguel González -