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MAVERICK

Con su papel, el actor Mel Gibson no hace otra cosa que recordar los mejores años de Trinity

8 de agosto de 1994

PARA CADA GENEro cinematográfico, Hollywood tiene una parodia de humor. En el caso del western, el más conocido es el de Trinity, aquel personaje apuesto y burlón interpretado por Terence Hill, que durante la década de los 70 no hizo otra cosa que burlarse en sus películas de los míticos pistoleros del oeste salvaje. Junto con But Spencer, su obeso y neurótico compañero, conformaron una de las duplas más famosas de su tiempo, parodiando a películas legendarias del género del western de mitad de siglo.
Pero así como a partir de Los imperdonables Hollywood se puso en la tarea de recuperar ese género que se creía agotado, los comediantes hicieron otro tanto. Al western moderno le nació un nuevo Trinity, esta vez en la figura del actor australiano Mel Gibson y con otro nombre: Maverick.
En este personaje, creado para la más reciente película del director Richard Donner, el mismo de Arma mortal 1, 2 y 3, Gibson recupera lo mejor del Trinity de sus mejores años y le incorpora su toque personal; un estilo de humor idéntico al utilizado por el propio actor australiano en Arma mortal. Inclusive, en la cinta hay una leve referencia burlona a aquella famosa película de los 80.
Maverick es la historia de un jugador profesional de póker y de las hazañas realizadas en su intento por jugar el torneo más importante del oeste. A Gibson lo acompaña en el reparto Jodie Foster, en el papel de una coqueta ladronzuela dispuesta a llevar al campeonato de póker sus mejores armas.
La cinta es en su totalidad una broma al género del oeste. Sin embargo, la similitud de elementos humorísticos entre ésta y la trilogía de Arma mortal -al fin y al cabo se trata del mismo protagonista y el mismo director- le restan originalidad. Tal defecto, unido al confuso recurso de la sorpresa final, hacen que Maverick no pase de ser una simple parodia, hecha con el único interés de divertir a los amantes del género.

EL NUEVO RETO
PAUL NEWMAN, QUIEN YA FUE premiado por la Academia con un Oscar por su trayectoria pero que nunca ha ganado una estatuilla como actor, aparecerá de nuevo en pantalla próximamente.
El famoso actor de El audaz y El color del dinero, ya maduro y curtido por la profesión, aceptó el llamado del director Robert Benton, el mismo de Billy Bathgate, para trabajar en su próximo filme: Nobody's Fool, una comedia dramática de corte costumbrista.
Newman alternará en la película con Melanie Griffith, quien hace el papel de su amante; con Bruce Willis, quien ya trabajó con Benton en Billy Bathgate, y con Jessica Tandy, la actriz de Conduciendo a Miss Deisy
Es la primera vez que Paul Newman actúa bajo las órdenes de Benton y uno de los pocos trabajos que el protagonista de Butch Cassidy ha aceptado en los últimos años. Al respecto, muchos consideran que esta puede ser la oportunidad precisa para que, al término de su carrera, Newman se gane por fin un trofeo que siempre le fue esquivo.


SIN MIEDO A LA VIDA
Del director de 'La sociedad de los poetas muertos', un tema interesante sin resoluciones en su desarrollo.

LA PELICULA HAbía generado, con justa razón, buenas expectativas. Se trataba de la más reciente realización de Peter Weir, el director de Testigo en peligro y La sociedad de los poetas muertos, con un reparto encabezado por Jeff Bridges, quien gracias a su temperamento se ha convertido en uno de los más destacados actores de Hollywood.
Por otra parte, el tema era bueno: las secuelas sicológicas que deja en los sobrevivientes un accidente aéreo. Pero, sorprendentemente, Sin miedo a la vida se quedó en el tema, sin encontrar ninguna salida sólida a su desarrollo. Bridges interpreta a un arquitecto cuya concepción sobre el miedo y la vida cambian radicalmente luego de escapar a la muerte en una calamidad aérea. El y otra sobreviviente, interpretada por Rosie Pérez, intentarán salir juntos del trauma creado por el accidente.
Pero a pesar del interés que suscita un caso como este, Weir no hace más que divagar sin rumbo sobre el suceso sin ningún soporte y, lo que es más triste, sin ninguna conclusión. La película sería aburridísima si no fuera por la secuencia del aterrizaje forzoso de la nave, capaz de dejar en ridículo en producción a películas como Aeropuerto, Aeropuerto 75 y Aeropuerto 77.


LOS TAQUILIAZOS
A PESAR de ser uno de los mayores fracasos cinematográficos en la idea de llevar los dibujos animados a personajes de carne y hueso, Los picapiedra ha terminado por gustar a los espectadores, y poco a poco ha logrado convertirse en una de las producciones más taquilieras de la temporada. En los 50 días que han pasado después de su estreno en Estados Unidos, la película producida por Steven Spielberg ha conseguido recoger más de 112 millones de dólares. Sin embargo, la que definitivamente se ha transformado en un fenómeno difìcil de superar es El rey león, de la Walt Disney, que en 20 dìas lleva acumulados más de 105 millones de dólares en taquilla. Para los propios productores, la expectativa que habían generado alrededor de la película quedó corta, pues les parecía demasiada ambición superar lo hecho por Aladino.