Opera prima

"El Examen". Julio Cortázar.
Oveja Negra. 196 p. $2.640
Cuato años después de la muerte de Julio Cortázar se siguen publicando sus obras. La editorial Oveja Negra acaba de sacar "El Examen", escrita entre 1944 y 45 y que se publica ahora porque Cortázar sólo lo autorizó antes de morir. En esta novela --que es en realidad la primera que escribió-- utiliza las técnicas narrativas que desarrollaría a través de su carrera. Como él mismo dice en la nota inicial, este es un momento en el cual "la imaginación poco renía que agregar a la historia" y esta novela no es más que la descripción de un día en la vida de cuatro estudiantes en la Argentina de los años cincuenta.
La mayor innovación del libro es el realismo con el que transcribe el diálogo de los personajes. Las conversaciones que tienen son las que cualquier grupo de estudiantes puede sostener en alguna cafetería. Varios de los temas sobre los que trata seguirán presentes en la obra posterior de Cortázar. Sus personajes buscan algo sin saber exactamente qué es, y a pesar de que el lector tampoco sabe qué es ese "algo", sí se convierte en un testigo más de esa búsqueda desesperada. También hay siempre algo que persigue a los personajes y que los hace huir constantemente. Se expone claramente la lucha interior de los personajes, especialmente la de las mujeres que tratan de buscarse a ellas mismas. Las mujeres en la obra de Cortázar sirven siempre como referencia a un personaje masculino.
En "El Examen" se siente muy claramente la angustia existencial de los cuatro estudiantes. Buscan desesperadamente encontrarle un significado a la vida, porque sienten constantemente la inevitabilidad de la muerte. Se sienten aislados de la sociedad por ser intelectuales y quieren, por medio de lo que escriben, hacer algo más que "tragar este aire sucio y fijarlo en el papel". El quinto personaje, un cronista que representa el lado más práctico de la profesión de todos ellos, se pregunta si no sería mejor quedarse callados por tener poco que decir. Aunque están conscientes de ser iguales a todos los hombres, la sociedad los aisla por ser intelectuales.
Todos se preocupan por la calidad de su intelectualismo, porque dudan de su valor práctico, quieren servirle a una sociedad con la que sienten tener poca conexión y creen en la posibilidad de que su creación sea sólo una forma de escapar.
Los personajes buscan conocerse a ellos mismos, inclusive a través de sus obras, pero cuando enfrentan la libertad sienten temor. Descubren que "somos tan libres en el fondo, vivimos tan poco atados a un pasado o un futuro que la inefabilidad parece ser nuestra manera más auténtica". Quieren comprometerse con la vida aunque sea corriendo riesgos y teniendo poca dirección.
Pero los personajes no sólo le temen a la libertad. Sienten también miedo de morir y una inmensa nostalgia por lo que fueron sus vidas. Sólo los recuerdos mantienen vivo el pasado, pero el presente es tan diferente que ya hay poca conexión entre lo que fueron y lo que son.
El amor no está ausente de la obra de Cortázar. Los dos hombres quieren a Clara porque ven reflejos de ellos mismos en sus ojos. También ella quiere conocerse y trata de que su novio la entienda: "Me gustaría saber quién soy o quién fui. Y ser eso, no esta convención aceptada por vos, por mí, por todo el mundo".
Después de pasar 24 horas con estos personajes, se comprende que sus preguntas y miedos son los mismos del común de la gente, pero formulados quizá a un nivel más intelectual.--