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RCN se destapa

'Pura sangre': ¿Novela colombiana o culebrón?

25 de agosto de 2007

Esta nueva telenovela no nació de una lluvia de ideas, como puede suceder con la mayoría de las que produce cada canal privado. Pura sangre fue pensada como el regreso de la verdadera telenovela colombiana, pero también quiso recuperar las historias de los grandes emporios familiares de abolengo, a lo Dallas y Dinastía.

Narra la historia de la familia Lagos, dueña del monopolio lechero en la sabana de Bogotá, que por cuenta de un secreto cae en la desgracia y entra en quiebra. Ofrece una trama truculenta donde batallan a muerte personajes buenos hasta la torpeza y malos hasta los tuétanos, sin grises, sin matices.

Rafael Novoa y Marcela Gardeazábal son bellos, protagonizan y se aman platónicamente. A ellos los acompaña un elenco en el que se destaca, como siempre, Carmenza Gómez. Los malvados se quedan cortos en carácter porque para ser el malo del paseo se requiere de callo actoral.

Pura sangre llega en un momento clave en el rating nacional. Hace cinco semanas Caracol se adueñó de las riendas con su tragicomedia Nuevo rico, nuevo pobre. Así, la nueva telenovela de RCN obtiene una media de 44,8 por ciento y 2.237.000 espectadores en su primer capítulo y se ubica en el segundo lugar de los más vistos del día, después de Nuevo rico, nuevo pobre (46,2 por ciento).

Más allá de una puesta en escena limpia, del tiempo invertido que le otorga calidad de factura y del sello del libretista Mauricio Navas, ¿cumple Pura sangre con la promesa publicitaria de ser el regreso de la verdadera telenovela colombiana?

Hasta ahora, se parece más a un 'culebrón' mexicano. Podría ser la historia de una rica familia del Distrito Federal. La reflexión es: ¿Qué significa "la verdadera telenovela colombiana"? Empezó con las propuestas costumbristas (La momposina) y las adaptaciones de la literatura (La vorágine). Persiguió la reivindicación de las identidades del país (Gallito Ramírez, La potra zaina, Café con aroma de mujer y hasta Betty, la fea), retrató los conflictos sociales y recreó los hechos históricos con elementos muy nuestros.

Pura sangre no cuenta con un ingrediente que la haga puramente colombiana ni en su creatividad ni en su tono. Pero el televidente agradece todo aquello que no se parezca a Pasión de gavilanes . Pero ¿podrá con el peso de ser la Dallas criolla, ser la más colombiana de las telenovelas y recuperar el monopolio del rating para las noches de RCN?