Home

Economía

Artículo

La operación ascenderá a 108.000 millones de dólares. | Foto: Ilustración SEMANA

COMPETENCIA

Las 5 razones de la oposición a la fusión de AB Inbev y SABMiller

La Central Cervecera de Colombia rechazó la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio que le da vía a esta integración.

26 de mayo de 2016

La consolidación del mayor gigante en la industria cervecera está despejada en Colombia. La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le dio vía libre a la integración de la multinacional surafricana SABMiller, dueña de Bavaria, con la compañía belgo brasileña AB Inbev.

De esta manera se afianzará en el país la posición dominante que por décadas ha tenido Bavaria en Colombia, a la que se sumará próximamente un portafolio de marcas internacionales. La SIC consideró que esta  posición de dominio en el mercado cervecero colombiano ya estaba consolidada antes de la integración de estas dos compañías.

No obstante, sí puso algunas condiciones y señaló que es preocupante que no exista en el mercado un competidor con tal cantidad de marcas y una red de distribución tan grande como la de SABMiller. Entre las condiciones que puso la SIC a la empresa integrada está presentar durante cinco años informes sobre la inversión en publicidad y la inclusión de nuevas marcas en su portafolio.

Sin embargo, a la competencia no se cayó nada bien las pocas condiciones de la SIC frente al tamaño de una operación que ascenderá a 108.000 millones de dólares y que en otros países sí ha generado mayor controversia y medidas más fuertes por parte de las autoridades. En Estados Unidos y Europa, por ejemplo, les han pedido a estos gigantes salir de algunas marcas y vender otros activos para tratar de nivelar la cancha con otros jugadores en este espumoso mercado.

La posición de rechazo la fijó la Central Cervecera de Colombia (CCC), la nueva compañía que nació tras la alianza de la Compañía Cervecerías Unidas, de Chile, y la compañía de bebidas gaseosas Postobón, de la Organización Ardila Lülle.

La CCC se alista a competir en el mercado de cervezas del país para lo cual construye una planta de producción en Sesquilé (Cundinamarca) en la que invertirá más de 300 millones de dólares. Adicionalmente distribuirá la cerveza holandesa Heineken.

La CCC considera que la operación debió ser objetada por las siguientes razones:

1.- Por las barreras de entrada a nuevos competidores y que corresponden a las millonarias inversiones que se deben hacer en el montaje de plantas, publicidad y posicionamiento de marcas. Una planta ‘primaria’ para lograr el 15 por ciento del mercado tendría un costo de 320 millones de dólares, es decir, más de un billón de pesos.

2.- Por la gran capacidad ociosa de Bavaria que podría atender la mayor demanda del producto con solo aumentar su producción sin tener que hacer nuevas inversiones. Según la CCC, Bavaria tiene una capacidad ociosa entre 6,5 y 7,5 millones de hectolitros equivalente al 25 o 30 por ciento de su capacidad instalada.

3.- El posicionamiento de las marcas, que en el caso de las cervezas constituye un obstáculo insalvable para los potenciales competidores.

4.- El amplio portafolio de productos con el que quedaría la nueva empresa integrada, con más de 15 marcas reconocidas como Águila, Costeña, Póker, Club Colombia, Corona, Budweiser, Becks, Stela Artois, así como las marcas de Bogotá Beer Company entre otras.

5.- La extensa red de distribución que se constituye en otra barrera para un nuevo competidor al que le sería muy difícil lograr en corto tiempo que sus productos lleguen en forma oportuna a las mismas zonas y canales donde distribuye Bavaria.