Contra la pared

Las empresas distribuidoras de energía Electrocosta y Electrocaribe tienen de tiempo atrás un dolor de cabeza que últimamente se les ha agudizado. La piratería de energía, sumada al no pago de las cuentas por parte de muchas entidades públicas y al retraso del gobierno para girar el dinero que les corresponde por concepto de subsidios las tienen en jaque. Los accionistas han tenido que inyectarle 40.000 millones de pesos mensuales sólo para mantenerlas a flote y, al parecer, ya perdieron la paciencia. La empresa española Unión Fenosa, que tiene una participación cercana al 70 por ciento en las distribuidoras de la Costa, ya les cortó el chorro. Ahora los directivos en Colombia están contra la pared, lidiando con acreedores y deudores para darle una solución definitiva a las angustias financieras.