ENERGÍA RENOVABLE
Pese al potencial, aún es insuficiente la energía renovable en Latinoamérica
A pesar de que Latinoamérica tiene un gran potencial en recursos renovables, la participación de las energías renovables llega sólo al 17% de la capacidad de generación instalada. ¿Qué inversiones se requerirán para cubrir la demanda de energía en los próximos años?
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El aprovechamiento y la adaptación de la energía renovable contribuye a la viabilidad de la transición hacia senderos de desarrollo bajos en carbono y sociedades que sean resistentes al cambio climático, según planteó un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La región latinoamericana tiene un gran potencial en casi todos los recursos renovables, de modo que se podría cubrir gran parte del crecimiento esperado de la demanda de energía a través de la inversión para expandir la capacidad de las energías renovables no convencionales (Ernc), señala el BID en su investigación.
Sin embargo, la participación de las Ernc todavía es relativamente reducida en América Latina, llegando solo al 17% de la capacidad de generación instalada. “Este 17% se descompone en un 8% de energía hidroeléctrica de pequeña escala, un 4% que se obtiene a partir de la biomasa y los residuos, un 3% de fuente geotérmica y un 2% de energía eólica”, indica el estudio.
Además, de acuerdo con las proyecciones, la demanda de energía eléctrica en América Latina y el Caribe se duplicará hacia 2030 y triplicará hacia 2050, alcanzando unos 2.500 TWh (teravatio/hora) al año en 2030 y unos 3.500 TWh en 2050.
Por estos motivos, el BID revela que la demanda proyectada de energía requerirá realizar ampliaciones significativas a la infraestructura energética existente y, en consecuencia, se demandarán flujos de inversión considerables en este sector en las próximas décadas.
¿Cuánto se ha invertido y cuanto se necesitará invertir en las energías renovables?
Dentro del periodo 2006-2012 se observó que la inversión en el sector de las energías renovables en la región, ha llegado alrededor de los US$65.000 millones. Según el BID, el 56% de la inversión realizada en ese período corresponde a energía eólica y el 26% a la hidroeléctrica de pequeña y mediana escala.
Por su parte, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que será necesaria una inversión en plantas de generación en Latinoamérica de unos US$485.000 millones para cubrir el aumento de la demanda en el período 2014–35.
El 50% de esta inversión correspondería a plantas de energía hidroeléctrica, el 30% fuentes renovables como la biomasa y las energías eólica y solar y el 20% restante se destinaría a plantas de generación de energía procedente de combustibles fósiles nucleares.
“Si bien esa expansión representa un gran desafío para la región de orden financiero, tecnológico, de planeamiento, y de capacidades humanas, también constituye una oportunidad para redefinir el modelo energético vigente, empleando las fuentes de energías renovables que están disponibles”, cita la investigación.
Es importante mencionar que aunque existen distintas estimaciones sobre la reducción de costos de las tecnologías para el aprovechamiento de diversas fuentes de energía renovable, en la actualidad, el costo de la energía eólica es alrededor de un tercio de lo que solía ser hace 25 años y los costos de la energía solar se han reducido casi a la mitad desde el año 2010.
Barreras a las inversiones de energías renovables
Los riesgos y barreras de las inversiones en tecnologías de fuentes renovables pueden ser de tipo político y macroeconómico. Estas son algunas de las barreras que se distinguen específicamente dentro de la investigación:
- Bajo grado de conocimiento y experiencia en las tecnologías de energías renovables en las instituciones y en el sector financiero local.
- Acceso limitado a fondos de largo plazo para la adquisición de equipos.
- Escasez de mecanismos de financiamiento que puedan aceptar algún grado de riesgo.
- Insuficiente disponibilidad de instrumentos de mitigación del riesgo para inversores.
- Falta de confianza entre los actores (inversionistas, desarrolladores de proyectos, proveedores de tecnología, entre otros).