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José Antonio Ocampo, Jorge Iván González y Olga Lucia Acosta
José Antonio Ocampo, Jorge Iván González y Olga Lucía Acosta plantearon sus posiciones en torno al Presupuesto General de la Nación y el gasto. | Foto: SEMANA, Banco de la República

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Presupuesto General de la Nación: entre una caja negra en la que no se sabe para dónde van los recursos y la necesidad de cumplir la regla fiscal

José Antonio Ocampo, Jorge Iván González y Olga Lucía Acosta, tres reconocidos economistas, que han sido cercanos al Gobierno y algunos de ellos ya distanciados, le ponen la lupa al tema del presupuesto.

Redacción Semana
3 de abril de 2024

En el lanzamiento de una herramienta del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, para analizar el presupuesto de la Nación, se encontraron este martes, 2 de abril, tres pesos pesados de la economía del país. Todos con relación al actual Gobierno del presidente, Gustavo Petro.

En un panel sobre la evolución del gasto público en los últimos años estuvieron José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda; Jorge Iván González, exdirector de Planeación Nacional, y Olga Lucía Acosta, codirectora del Banco de la República, cuyo nombre fue designado por este Gobierno.

Los dos primeros salieron por diferencias con el presidente Petro y cuando este radicalizó sus posturas en materia económica y tuvo serias diferencias tanto con Ocampo, como con González, que precipitaron el retiro de sus cargos.

En el evento, Oliver Pardo, director del Observatorio Fiscal, presentó la herramienta que busca hacer un seguimiento al Presupuesto General de la Nación, y reconoció que no es una tarea fácil porque gran parte de la información tuvieron que pedirla por derechos de petición.

Uno de los temas más complejos en las discusiones del Congreso es el Presupuesto General de la Nación, que se acompaña de reformas tributarias que se calculan en 2 por cada Gobierno. | Foto: Carlos Julio Martínez

En su presentación destacó las cinco entidades con un crecimiento absoluto en el presupuesto más grande. En primer lugar, el Ministerio de Hacienda con 30 billones más de lo que tenía en 2019; el MInisterio de Salud, 17 billones más; el Departamento de la Prosperidad Social, 6,4 billones más; el Ministerio de Educación, 5,5 billones adicionales al 2019, y la Agencia Nacional de Infraestructura, 5 billones más que en 2019.

En el panel, entre los economistas, se respondieron varias preguntas. La primera, si el aumento del gasto pone en riesgo la sostenibilidad fiscal del país. Para Acosta, el gasto es muy superior al ingreso y se trata de un tema de largo plazo. Destacó el avance en solidificar las instituciones fiscales, como los marcos de mediano plazo y la misma regla fiscal.

“Le compro al Gobierno que van a cumplir la regla fiscal”, agregó. Señaló, además, que Colombia tiene un bajo nivel de gasto social, y advirtió que era 5,32% del PIB, se duplicó y en la 10,85%, en 2020 por la pandemia llegó a 15,53%, pero bajó en los años siguientes y en 2022 estuvo en un poco más de 11%.

Ocampo, por su parte, advirtió que Colombia no gasta mucho y que el gasto público llegó al promedio latinoamericano y es inferior al de la Ocde, aunque reconoció que ha habido una tendencia al aumento, que responde a la Constitución del 91 de ampliar la esfera social.

“Lo curioso es que lo hemos hecho con multiples reformas tributarias, hasta 2 por gobierno. Y el aumento reciente, después del covid que era excepcional, obedece a demandas sociales y por fin logramos el nivel de América Latina, aunque inferiores a Chile y Brasil en materia de gasto público”, dijo el exministro de Hacienda.

Y añadió: “Si el Gobierno cumple la regla fiscal, que fue mi compromiso como ministro de Hacienda, se hacen sostenibles las finanzas públicas. Yo creo que el Gobierno va a cumplr la regla fiscal y si no lo hace debe ser objeto de un debate público”.

González fue más allá y habló sobre la imposibilidad de reducir el gasto en Colombia y en el mundo. “Frente a eso hay que ser realistas: los mensajes de reducir son bonitos, pero es imposible. Hay mucha presión en salud, vías y vivienda”, dijo.

Y explicó que el saldo de deuda pública sobre PIB en economías avanzadas está en 105% del PIB. “En 1970 estaba en 32%. Las proyecciones para 2050, la más optimista de ese indicador es 140% y la más pesimista es 250% del PIB. Es una cosa loca, impensable en los 70″, agregó González. En las emergentes, señaló, no es tan dramático.

“Estamos en 58 a 59%, pero para 2050 será 160% del PIB”. Dijo que el gasto público sigue subiendo y los niveles de tributación no suben al mismo ritmo.

Además, para González, es importante mirar el tipo de gasto. “Acabamos con las tendencias funcionales de gasto que las podíamos seguir. Qué hay detrás del DPS, uno no sabe qué hay detrás de eso, o detrás del aumento de Hacienda, o en Educacíón, qué hay ahí. Hemos perdido la estadística del tipo de gasto y la funcionalidad del gasto”, advirtió.

Y fue muy enfático en señalar que la pandemia sigue. “Seguimos en pandemia: cuando tiene que responder por $20 billones el Fepec (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles), por $5 billones de la opción tarifaria, en 2024 respondimos por $20 billones de créditos de corto plazo, por lo carros que no pasaron por los peajes”, manifiesta. “La pandemia está viva”, dijo González.

Gasolina
Para el exministro José Antonio Ocampo es "una vergüenza" el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. | Foto: Getty Images

Frente al futuro de la regla fiscal Acosta advierte que esta regla hay que cumplirla, pero es probablemente sujeto de mejora, la tercera generación de regla fiscal con ingresos y gastos verdes, cómo calificar distinto el tipo de gasto que va a tener una retribución en el futuro, pues a su juicio, no todo el gasto es igual.

“En el corto plazo hay que cumplir la regla fiscal, pero qué tipo de regla debemos seguir cumpliendo. ¿Seguimos en pandemia? Colombia tenía un gasto social en transferencias y tuvo que triplicarlas para ponerse a tono con América Latina”, explicó.

Ocampo fue más radical: “Cumplir la regla fiscal es esencial. El impacto internacional de no cumplirla es grotescamente negativo porque finalmente Colombia depende también de inversionistas internacionales que compren nuestros bonos de deuda pública, tanto a nivel internacional como nacional. Y de hecho, como en el gobierno pasado se perdió el grado de inversión, pues el margen de riesgo de Colombia es muy alto, aunque ha venido moderándose”.

Por su parte, González se pregunta ¿cómo empezar a pensar las políticas fiscales integrando las fuentes y los gastos de las distintas entidades, sobre todo las grandes ciudades que cada vez van teniendo una importancia mayor en todas estas dinámicas?

Sus cálculos son así: el Presupuesto General de la Nación tiene $99 billones de inversión, pero sumando el Sistema General de Participación y recursos de las ciudades de Medellín, Bogotá, Cali, Barranquilla y Pereira, “todo esto le da $224 billones solamente para 2024″, dice.

Pero la segunda gran inquietud para el exdirector de Planeación es qué hay detrás de esos aumentos en los presupuestos que planteó el Observatorio Fiscal de la Javeriana, como el Ministerio de Hacienda, Educación, DPS. “¿Qué hay ahí? Es una caja negra. No se puede construir una historia con el gasto público porque no sabe lo que hay detrás de los rubros y se siente en un mundo oscuro. No tenemos ni idea qué es lo que está pasando”, agrega González.

 Como director del DPS, Gustavo Bolívar deberá decidir qué hacer en esta situación con la funcionaria.
El DPS, que dirige Gustavo Bolívar, es una de las entidades que más recursos aumentó entre 2019 y 2024, con más de 6 billones de pesos. Para el exdirector de Planeación, Jorge Iván González, este caso y el incremento en otras entidades, se convierte en una caja negra. | Foto: juan carlos sierra-semana

Entorno al dilema de aumentar impuestos o recortar gastos, la codirectora del Banco de la República advierte que “Colombia va detrás del gasto. Va a tener más impuestos, es una necesidad. Si queremos reducir desigualdades vamos a tener que pagar más impuestos. Colombia tiene que cambiar la estructura tributaria” señala Acosta.

Ocampo, a su vez, no ve viable una reforma en este momento, pero señala que la elusión y la evasión, incluso con las normas actuales, son el objetivo inmediato. “Bajar el impuesto de renta a las sociedades del 35% al 30% es una propuesta interesante. Yo tuve la oportunidad de discutirla con el Congreso en el 2022, pero no es viable fiscalmente en este momento”, dice Ocampo.

Ocampo calificó como “una vergüenza nacional” el déficit del Fepec, que es de 2,5% del PIB, e impulsó ante el presidente Petro el aumento en los precios de la gasolina y el ACPM. Dijo que el de la gasolina se viene dando y el del ACPM debió haber arrancado en julio del año pasado. También criticó que se hubiera eliminado el aumento en los peajes.

“Hay que ver también cómo se racionaliza la situación de salud y yo veo que ahí hay confusión todavía y además con esas intervenciones que están haciendo de las EPS como la intervención de Sanitas y la decisión de tomar el control de la Nueva EPS. Están utilizando los gastos del sector salud de las EPS para otros propósitos hay cinco puntos que se le dieron a algunos otros programas del Ministerio de Salud este año. Eso es un déficit de las EPS entonces habrá que ver cómo se racionaliza”, señaló Ocampo.

González propuso a su turno discutir la metodología para la tarifa efectiva y buscar una mayor captura de renta del suelo. “Esa es una fuente de recursos muy interesantes, márgenes y potencialidades fiscales importantes”, puntualizó.