Guillermo Ceballos Gacharná.
Hernán Ceballos Gacharná, gerente general de INNpulsa Colombia. | Foto: Juan Carlos Sierra

Entrevista

El gerente de iNNpulsa busca que el emprendimiento no sea solo para las élites, ¿cómo lo va a hacer?

De la academia y el sector privado llegó este nuevo funcionario a la entidad encargada de promover la creación de startups en el país. Se enfocará en ofrecer oportunidades para la población que pertenece a la economía popular e incluso intentará promover el emprendimiento en las cárceles.

26 de abril de 2023

SEMANA: Tras la llegada del nuevo gobierno, ¿ha cambiado el foco de la entidad?

HERNÁN CEBALLOS GACHARNÁ: Más que cambios, lo que hemos hecho es adicionar nuevos focos de trabajo. Estamos concentrados en tres niveles de emprendimiento: el de alto impacto, el de base tecnológica, que son básicamente las universidades que trabajan con tecnologías de punta, y el emprendimiento de economía popular, el cual es hecho por actores de bajos ingresos. Los dos primeros ya se hacían y el tercero es el que agregamos. Aquí de lo que se trata es de nivelar el campo de juego, que el emprendimiento no sea solo para las élites, sino que también pueda ser para las clases populares. Esa es la filosofía que estamos usando y no vamos a descuidar ninguno de los tres niveles.

SEMANA: ¿Cuál es el trabajo que hace iNNpulsa con los emprendedores?

H.C.G.: Hay varios tipos de actividades: está Aldea, que descubre los emprendimientos desde que nacen; Núcleo E, que es para beneficiar negocios liderados por población en situación de vulnerabilidad; el laboratorio de innovación, que básicamente busca soluciones a problemas del país desde el punto de vista del emprendimiento. En ese frente, por ejemplo, lanzamos retos para que los emprendedores les busquen soluciones y aprovecho para hablar de la integración, porque somos integradores del ecosistema de emprendimiento y queremos hacerlo más allá de Bogotá, donde hay unos buenos nodos, pero en otras ciudades hay una baja integración entre universidad, empresas, emprendedores, financiación e inversión.

CEmprende se diseñó como un campus de emprendimiento exponencial y está inspirado en distintos ecosistemas del mundo, entre ellos Station F, la aceleradora más importante de Francia.
CEmprende se diseñó como un campus de emprendimiento exponencial y está inspirado en distintos ecosistemas del mundo, entre ellos Station F, la aceleradora más importante de Francia. | Foto: iNNpulsa

SEMANA: Llama la atención los retos que lanzaron para que los emprendedores les busquen solución, ¿en qué áreas están?

H.C.G.: Hay unos en salud, otros en temas digitales o temas como el reciclaje, en el que se busca una solución para darles autonomía a los vehículos de quienes hacen esa actividad, pues en las calles les toca durísimo para poder mover su carga. La idea sería que puedan diseñar un mejor carro para los recicladores, que sea más eficiente. Algunos retos los proponemos nosotros como iNNpulsa, otros vienen de entidades gubernamentales o de las universidades.

SEMANA: ¿Cómo es la relación con las universidades?

H.C.G.: Yo vengo de trabajar en temas de emprendimiento en la Universidad Nacional y lo que ocurre allí y en otras instituciones es que hay buenas ideas y proyectos, pero poca integración con el resto del ecosistema, en especial en temas de financiación e inversionistas. Por eso, muchas veces esas buenas ideas se quedan en la academia. Sin embargo, vale la pena decir que en ese momento las universidades le están metiendo dinero al emprendimiento, en particular Eafit en Medellín, la Nacional de Bogotá, los Andes, el Rosario, la Javeriana y la EAN.

SEMANA: Volviendo al tema de la economía popular, algunos expertos creen acertado trabajar con esos grupos que han estado excluidos de la movida del emprendimiento, pero les preocupa que simplemente se les ayude a formalizarse, pero que no haya innovación, que es lo que más necesita el país. ¿Qué opina al respecto?

H.C.G.: Parte del trabajo de emprendimiento con la economía popular lo vamos a hacer con los Centros de Reindustrialización Zasca y ya inauguramos el primero en Ciudad Bolívar en Bogotá. Allí hay universidades involucradas, en ese caso la Universidad Salesiana. La idea es darles a los beneficiarios transferencias de conocimiento en temas de producto, procesos, organización empresarial y comercialización. En el de Ciudad Bolívar, que está enfocado en confecciones, también estamos trabajando con la Embajada Francesa en aspectos como la alta moda. En la medida en que ellos van mejorando el proceso, son más productivos y se van volviendo más formales e incluso pueden exportar. Tenemos la meta de poder llevar cinco confeccionistas de Ciudad Bolívar a la feria de moda de París, que es la más importante del mundo e incluso pensamos en impulsar la marca Ciudad Bolívar.

SEMANA: En el impulso al emprendimiento de la economía popular, ¿les apuestan a algunos sectores en particular?

H.C.G.: En ese momento estamos trabajando con el concepto de abajo hacia arriba, es decir, se habla primero con las comunidades para que identifiquen los sectores que les interesan. Estamos cambiando el estilo para no hacer política industrial desde los escritorios del Ministerio de Comercio, sino ir a conocer las realidades de las regiones. Ahí sí hay un cambio de estilo, no tanto de iNNpulsa sino del Ministerio, en el sentido de que antes se dictaba la política de las regiones desde Bogotá, sin tener en cuenta su estructura productiva. Eso cambió y estamos trabajando con las regiones para que ellas decidan qué necesitan Hay una alta gobernanza de la comunidad en los Zasca, pues ellos dicen en qué necesitan capacitación y en un trabajo conjunto con la universidad, iNNpulsa y el Sena se trabaja en esa dirección. De hecho, también estamos diversificando el espectro de profesionales que trabajan con estas comunidades, para incluir, por ejemplo, antropólogos o psicólogos.

Tener una mentalidad emprendedora le permite cambiar toda su vida y obtener el éxito financiero.

SEMANA: ¿Qué metas tienen con el emprendimiento de la economía popular?

H.C.G.: Básicamente, vamos a trabajar 120 Zasca en todo el país, lo que equivale a unos 240 millones de pesos al año. La idea es poder atender unas 28.000 unidades productivas. Buscamos que los beneficiarios se apropien de esos centros y puedan ir y volver de acuerdo con sus necesidades. Además, allí también trabajamos el uso de maquinaria compartida.

SEMANA: ¿Dónde abrirán el próximo Zasca?

H.C.G.: En Soacha - Cazucá y vamos también a trabajar desarrollo productivo en las cárceles. Eso se va a hacer en prisiones de Ibagué y Bucaramanga, aprovechando que los reclusos tienen tiempo y capacidades. El objetivo es que antes de que terminen de pagar su pena puedan tener un emprendimiento. Muchos de ellos tienen habilidades empresariales, lo que pasa es que las utilizan mal. Las cárceles básicamente están llenas de estratos populares, personas que no han tenido oportunidad de nada. Por eso es que es importante trabajar en sectores como Ciudad Bolívar o Soacha.

Hasta 2022, en el país había 5,78 millones de micronegocios. Esta semana en Ciudad Bolívar, en Bogotá, se inauguró el primero de los 120 Centros de Reindustrialización Zasca, que planea construir el Gobierno en todo el país. Este primero está dedicado al sector de la confección.
En Ciudad Bolívar, en Bogotá, se inauguró el primero de los 120 Centros de Reindustrialización Zasca, que planea construir el Gobierno en todo el país. Este primero está dedicado al sector de la confección. | Foto: gillermo gonzalez

SEMANA: Le preguntaba los de los sectores porque ahora hay muchas propuestas del gobierno para que desde las comunidades se puedan ofrecer servicios como los de telecomunicaciones o la construcción de vivienda rural ¿Ustedes asesorarían en esos casos?

H.C.G.: Nos toca trabajar con varios ministerios. Por ejemplo, junto con el MinTic vamos a facilitar el acceso de las comunidades a la Cuarta Revolución Industrial, vamos a arrancar por Cazucá y Soacha. Allí contamos con la Cámara de Comercio de Bogotá y su Centro de Experiencia y Aprendizaje Digital donde estará el Zasca Tecnología de iNNpulsa Colombia, donde se capacitan en software, utilización de computadores o creación de empresas. La idea es que los muchachos de la zona se acerquen al centro para ver qué pueden hacer o que los que ya tienen WhatsApp y redes sociales en sus negocios los puedan potenciar. En esas zonas hay muchos hackers, lo que implica que hay mucha potencialidad desenfocada y se puede dirigir mejor. Ese centro lo va a manejar la Universidad Javeriana, con los muchachos de últimos semestres de ingeniería y de maestría. Así mismo, se hizo un acuerdo con Meta, Google, Microsoft, la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico y Huawei, entre otras empresas que van a trabajar allí.

SEMANA: ¿Cómo están trabajando con los emprendedores que no son de la economía popular?

H.C.G.: Nuestro trabajo es el de integrar, apoyar plataformas como Startco y los eventos de emprendimiento. En este momento estamos diseñando mecanismos para que los emprendimientos de las universidades puedan conseguir inversores. Trabajamos con incubadoras y aceleradoras. El año pasado la inversión en este tipo de empresas bordeó los 1.800 millones de dólares; están viniendo firmas extranjeras a invertir en Colombia. No es una cifra grande, pero sí interesante

SEMANA: ¿Qué tan emprendedores son los colombianos?

H.C.G.: Eso varía por regiones, pero en general el colombiano es bueno para emprender, independientemente de si es para actividades lícitas o ilícitas. A veces es por necesidad o por vocación. Hay un reporte internacional que nos pone en el cuarto o quinto lugar en el mundo como emprendedores. Así mismo, los universitarios colombianos tienen mucha demanda en el exterior y una forma de retenerlos es con el emprendimiento, mostrarles que pueden hacer empresa en el país.

SEMANA: Si estamos tan bien en ese ranking de emprendimiento, ¿por qué no hay más empresas en el país?

H.C.G.: Por la carencia de una política productiva. Cuando se hace empresa se asumen riesgos y lo que hacemos nosotros es disminuirles el nivel de mortalidad a las empresas, pero igual hay un grupo que, pese a lo que hagamos, va a desaparecer. En este aspecto, los americanos tienen una cosa buena y es que consideran las quiebras empresariales como algo positivo, un proceso de aprendizaje, que le permite a la persona regresar con más fuerza.

SEMANA: ¿En un año de desaceleración económica como el actual se mantiene el nivel de creación de empresas?

H.C.G.: Como en estas épocas es más difícil emplearse, eso lleva a muchas personas a emprender, pero es también un tema cultural, por eso estamos intentando cambiar el chip de las universidades para que no solamente formen empleados, sino también empleadores. El capitalismo dinámico requiere la creación de empresas de forma democrática para que participen todos los grupos poblacionales.