Contra el muro

22 de noviembre de 2005

Los franceses marcharon el martes pasado para defender el empleo, su calidad de vida y su poder adquisitivo. Es la primera gran movilización sindical contra el primer ministro Dominique de Villepin, y la primera desde el 'no' a la Constitución europea. Para algunos no ha sido escuchado el 'no'. Los manifestantes pidieron negociaciones rama por rama sobre los salarios hasta fin de año, defendieron la jornada de 35 horas semanales y se opusieron a la flexibilización progresiva del empleo. La marcha no era sólo contra el gobierno, sino contra "esta sociedad de la plata y el mercado que va derecho contra el muro", como dijo una manifestante al diario Liberation. Aunque multitudinaria -convocó alrededor de 450.000 personas, según la Policía, y más de un millón, según los sindicatos-, no fue el martes negro que anunciaban algunos.