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Víctor Rivera, columnista de Dinero.

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El nacimiento de las finanzas embebidas en Colombia, ¡abierto para todos!

El sistema financiero se renueva y las finanzas abiertas son el tema de 2021, con ellas se da inicio a las finanzas embebidas, las cuales le permitirán a cualquier compañía comercial ser un banco sin necesidad de licencia bancaria, al igual que a los usuarios a ser dueños de su vida financiera, pero para ello es necesario estandarización, transparencia y acceso a todas las cuentas del sistema financiero.

30 de abril de 2021

Durante los últimos meses, se han sostenido dos ruedas de trabajo organizadas por la Unidad de Regulación Financiera y en ellas, los principales líderes del sistema financiero y bancos de desarrollo han presentado sus perspectivas para construir una nueva regulación que permita desarrollar las bases que requiere un sistema financiero del siglo XXI.

De la misma forma en la que las carreteras colombianas, al compararse con el estándar internacional, carecían de tamaño, de amplitud, de señalizaciones, de seguridad y en algunos casos de asfalto. El sistema financiero colombiano, carece de pagos con calce automático 24 horas, 7 días a la semana; requiere mayor profundidad, mayor competencia, mayor transparencia y más productos apropiados para cada nicho de la población colombiana.

Lo más importante es que existen grandes espacios para innovar en el proceso que viven diariamente usuarios del sistema financiero para abrir una cuenta, constituir un CDT, pagar un recibo de servicio público sin que le roben los datos de la tarjeta, transferir recursos de forma barata, hacer traslados de fondos pensionales y retirar las cesantías, entre muchas otras.

Dichos espacios existen porque el proceso no es totalmente digital, en algunos bancos se necesitan mas de 18 pasos para abrir una cuenta desde una aplicación digital, que no sirve fuera de Colombia e impide realizar pagos desde otras partes, lo cual va en contra de la naturaleza de ser digital.

Otro ejemplo y oportunidad son las pensiones, muchos de los procesos que deben realizar los ahorradores colombianos continúan siendo en papel, o requieren de confirmaciones para realizar retiros de cesantías con huellas puestas en un papel que después debe ser escaneado y enviado vía e-mail, el cual debe ser confirmado de manera telefónica y por e-mail, para asegurar la identidad de una persona, proceso que hoy puede ser realizado en menos de dos minutos por entidades como Onfido.

Sin duda, la URF y el Ministerio de Hacienda, han trabajado arduamente durante los últimos años para identificar la forma adecuada para transformar nuestro sistema financiero y hoy estamos viendo la construcción del mismo, con uno de los temas más importantes e innovadores de todos, Openfinance o finanzas abiertas.

Una regulación que de el nacimiento a las finanzas abiertas, permitirá a los colombianos ser dueños de su información, posibilitando compartir y empoderar a entidades financieras, al igual de fintechs no reguladas a construir un mejor producto para ellos que sí cumpla con las necesidades de su día a día, por ejemplo, una persona que tiene dos niños y quisiera enseñarles a ahorrar, podría darle permiso a una fintech que presente una aplicación para enseñar a ahorrar a menores de edad, a debitar su cuenta en un momento específico que los niños cumplan con las tareas y demuestren haber aprendido a ahorrar.

Por otro lado, el usuario puede generar una solicitud de cobro a otro usuario por medio de una fintech y a consignar en su cuenta que no necesariamente está en la fintech, pero en otro banco. Y de esta manera, el usuario podría manejar múltiples productos financieros, de múltiples proveedores, construyendo su propia entidad financiera en su teléfono.

Esta tendencia, nació en la Unión Europea hace más de una década, cuando por la necesidad de estandarizar los pagos que se realizaban en múltiples países pero en una sola moneda (el euro), fue construida una regulación que define unas certificaciones a todos los actores del sistema financiero para ser reconocidos de forma segura y automática, dando la oportunidad a nuevos actores de ser parte del ecosistema que pudieran facilitar dicho servicio de pagos entre entidades financieras y que pudieran prestar un servicio más eficiente a los usuarios.

Con lo anterior se dio inicio a lo que hoy llamamos finanzas embebidas, lo cual pretende aumentar la capacidad de soportar servicios financieros a cualquier proveedor de servicios que no es una entidad financiera regulada. De esta manera entidades como Solarisbank nacieron para ser únicamente una infraestructura de banco que no atiende usuarios finales, sus clientes son fintechs y empresas comerciales que no tienen licencias bancarias, pero que al utilizar la licencia e infraestructura tecnológica de Solarisbank, pueden proveer cuentas bancarias, créditos y pasarelas de pagos a sus clientes.

Hoy en día, las personas se sienten más atraídas a tomar un crédito por sus proveedores de servicios y/o productos que por una entidad financiera, dado que tienen un arraigo a su proveedor, por la calidad del servicio que recibe, mientras que por el contrario, la experiencia que han recibido de una entidad financiera, en un gran número de casos, tiende a ser más negativa que positiva.

Es por esto que las personas tienden a pagar con mayor puntualidad sus créditos en las tarjetas de tiendas o comercios, que de los mismos bancos, pues es más difícil para las personas cambiar de supermercado que de banco.

Es muy importante que estemos pendientes de los avances de la regulación de finanzas abiertas y que exijamos a nuestros reguladores que continúen realizando un buen trabajo, para el bien de todos los usuarios, implementando mejores prácticas internacionales que permitan una rápida adopción de las finanzas abiertas en el país, dado acceso a los usuarios al buen uso de sus datos, de forma segura, con estándares bien definidos y con acceso a todas las cuentas del sistema financiero.

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