¿Llegó el fin del dólar barato en Colombia?

¿Qué esperar de la divisa en el segundo semestre? Según Juan David Ballén, gerente de Investigaciones de Casa de Bolsa, puede oscilar entre $3.100 y $3.300. Así, quienes piensen viajar al exterior o pagar una deuda en dólares deberían hacer compras escalonadas de la moneda.

La coyuntura cambiaria hoy se mueve al ritmo del alza de las tasas de interés de bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, así como del precio del petróleo, cuya referencia Brent se ubica en un promedio de US$71 el barril.

Esto sin contar con la crisis en países como Turquía, la cual genera un contagio a otros emergentes y propicia una mayor aversión al riesgo y, por ende, un encarecimiento del dólar.

Este año el precio mínimo del dólar en Colombia ha sido de $2.686, registrado en abril pasado, mientras que el máximo se observó el 15 de agosto, cuando se ubicó en $3.064.

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1. Hay un consenso claro entre analistas: ya la divisa no se ve a un precio tan bajo como en la ‘época dorada’ de hace unos años cuando se cotizaba cerca de los $1.800 y hacía más baratos los viajes al exterior.

2. Por un efecto estacional, el dólar casi siempre será más barato en el primer semestre del año. La razón: pago de impuestos de grandes contribuyentes. Por eso, si va a viajar a fin de año, es mejor hacer compras escalonadas de la divisa.

3. Cuando el petróleo y el dólar suben de manera simultánea, uno de los sectores más afectados es el de transporte aéreo, porque 20% de los costos promedio de una aerolínea corresponde a combustibles.

4. Este año la volatilidad de la divisa es cercana a $1305. Mientras que la Tasa Representativa del Mercado (TRM) permite determinar el precio promedio de negociación de la divisa, los cambistas profesionales la negocian de acuerdo con el movimiento de la oferta y la demanda. Así, aunque la TRM baje o suba con fuerza, el movimiento en casas de cambio depende más de la demanda y la oferta de billetes verdes.

De la fiesta al guayabo

Las criptomonedas irrumpieron con fuerza en el mundo el año pasado y eran tema de conversación por su elevada rentabilidad y alto riesgo. Este año se mencionan mucho menos, pues el bitcóin, su principal representante, se desplomó de los US$19.000 que valía en diciembre a un precio que oscila entre US$6.000 y US$8.000 desde junio pasado.

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Esa abrupta caída no significa que se vaya a reducir la inversión en estos nuevos activos, sino que va a servir para que sean usados por personas que entienden los riesgos y que además confían que a futuro pueden obtener réditos. En Estados Unidos, país con una alta cultura financiera, solo 8% de los adultos dice invertir en criptomonedas y 41% dice que nunca lo haría.

Si bien como inversión las criptomonedas hoy no tienen buena imagen, sí ha ganado prestigio la tecnología que los soporta (blockchain), como herramienta que facilita y abarata las transacciones financieras.