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La tormenta perfecta

La llegada de Noemí Sanín sacudió las aguas en las toldas azules. El pulso entre ella y Andrés Felipe Arias por la fecha de la consulta es cada vez más duro.

8 de agosto de 2009

Hace una semana y media parecía estar resuelto el dilema conservador sobre la fecha de la consulta del partido. A finales de julio, el Directorio Nacional de esa colectividad tomó por mayoría la decisión de hacerla el 27 de septiembre, el mismo día en que la harán el Partido Liberal y el Polo Democrático, que estaba contemplado desde enero. Pero la calma en las toldas azules era aparente. Con la llegada de Noemí Sanín al país el 2 de agosto, los conservadores se volvieron a alborotar. Noemicistas consagrados como el ex presidente del Congreso Hernán Andrade y otros seis senadores volvieron a liderar la revisión de la fecha. La misma necesidad fue argumentada por Sanín, quien señaló que sería conveniente correr la fecha para antes de que finalice el año, o para cuando se tenga algún margen de certeza sobre el futuro del referendo. “Los que están con el presidente Uribe tienen que esperar, si lo están apoyando, a que se sepa si él puede ir o no”, dijo.

Lo contrario piensan los precandidatos Andrés Felipe Arias, Fernando Araújo, Carlos Holguín y José Galat, quienes interpretan que correr la fecha sería favorecer a Noemí. Arias –el más opcionado de los cuatro– volvió a hacer lobby entre los congresistas azules, especialmente entre los representantes. También señaló que su reacción en contra de aplazar la escogencia del candidato conservador no se debe a que le tenga miedo electoral a la ex embajadora en España, sino a su respeto por las reglas de juego. Llegó a decir que si se pospone el día, podría fundar un nuevo partido uribista. No obstante, al ver el malestar que causó esta afirmación, insistió en que su partido tiene que mantener lo pactado: “ganaré la consulta”, dijo.

Para sumarle más agite al revuelo, Efraín Cepeda, presidente del Conservatismo, invitó a Marta Lucía Ramírez a participar en la consulta azul. Esta semana ella podría ratificar su llegada al Partido, siempre y cuando sus líderes acepten que ella mantendrá una postura contraria a la reelección.

Aunque el Partido Liberal y el Polo Democrático insisten en que no correrán sus fechas de consulta para después del 27 de septiembre, lo cual dificulta aplazar la de los conservadores, esta semana continuará el duro pulso azul sobre las reglas que definirán quién es su candidato presidencial.