Un sistema que enferma

Desde hace un tiempo, los colombianos debaten sobre las condiciones de las cárceles del país. Pero poco conocen un aspecto especialmente dramático: la situación de quienes padecen un trastorno mental mientras están recluidos. Las instituciones penitenciarias de toda Colombia cuentan con solo dos unidades de salud mental, las cuales disponen de apenas 78 cupos.

Estos denominados pabellones psiquiátricos han cerrado paulatinamente por cuenta de una ley expedida hace 23 años, que ordenó abrir establecimientos especiales fuera de cárceles. Hoy, sin embargo, no existe el primero. A esto se suma la falta de especialistas para atender a los enfermos. Los cerca de 5.000 internos de la cárcel Modelo de Bogotá, por ejemplo, reciben solo una vez al mes la visita de un psiquiatra. A partir de este domingo, SEMANA presenta en todas sus plataformas digitales ‘Mentes fugadas’, un informe especial multimedia dedicado a explorar la salud mental de las cárceles de Colombia