¿Decisión política?

El uribismo acaba de sufrir un revés inesperado por cuenta del Consejo Nacional Electoral (CNE). Según un concepto de este tribunal, no podrá incluir el apellido del expresidente Álvaro Uribe en el tarjetón electoral ni en el nombre del movimiento. El Centro Democrático había agregado la palabra Uribe al comienzo de su denominación para que, en las próximas elecciones, los votantes identificaran con claridad quién es el que manda en la colectividad. 

El registrador, Carlos Ariel Sánchez, elevó una consulta al CNE para preguntarle si era posible que los tarjetones incluyeran nombres propios en los logos y fotos de personas naturales. El CNE dijo que no. En su criterio, las reformas políticas recientes buscan fortalecer los partidos y no los “proyectos personalistas”, por lo que consideró que era inconveniente permitir el uso de fotos y nombres en los tarjetones. El registrador anunció que acataría la recomendación, aunque la consulta no es de obligatorio cumplimiento. 

Lo curioso es que en el pasado reciente el movimiento Progresistas tuvo la cara de Gustavo Petro en el tarjetón de las elecciones al Concejo de Bogotá en 2011. Esa facultad tenía un antecedente: el exalcalde Enrique Peñalosa ganó una tutela para que en 2006 le permitieran poner su rostro y apellido en el logo del movimiento Por el País que Soñamos. Y en ese año, el movimiento Visionarios con Antanas Mockus también tuvo un nombre en su logo a pesar de que el CNE negó la posibilidad de estampar el de Gina Parody y la foto de Jimmy Chamorro, quienes aspiraban al Congreso, en los de sus respectivos movimientos. Seguramente, el entuerto se resolverá en los tribunales, pues el uribismo anunció que interpondrá una tutela.