Especiales Semana

MODA Y BELLEZA

19 de septiembre de 1983

ESPEJITO, ESPEJITO...
La industria de cosméticos avanza con el progreso de la química y registra cífras millonarias aun en tiempos de recesión económica
Cuando el señor Richard Barrie, vicepresidente de la compañía Fabergé firmó hace 10 años un contrato con la modelo Margaux Hemingway por un millón de dólares de entonces, sus colegas del mundo financiero creyeron que estaba loco y que la quiebra no tardaría.
Cuando ese mismo señor Barrie aseguró que en los momentos de depresión económica las industrias con mejores posibilidades de sobrevivir con éxito eran las de cosméticos -aseo, fragancias y maquillaje-, esos mismos genios de las finanzas se burlaron del industrial.
El tiempo le daría la razón a Richard Barrie. La publicidad de Fabergé con Margaux Hemingway fue todo un éxito y se confirmó su teoría: mientras durante recesiones económicas otras industrias quiebran, la de belleza cobra fuerza. Los sicólogos industria les lo han explicado: la mujer que no se puede comprar un vestido nuevo se resigna comprando nuevos productos de belleza.
Quizás esa teoría se aplique también a Colombia, de acuerdo con los resultados de la Agencia Nielsen divulgados hace unos días por SEMANA. En efecto, los supermercados del país registraron una reducción de 2.7% en las ventas de alimentos durante el primer semestre de este año con relación al mismo período del año anterior, mientras que en cosméticos tuvo lugar un aumento del 7.2%.
La industria moderna de la belleza sigue registrando cifras millonarias. Desde su nacimiento como tal, en 1932, la mujer ha sido la gran consumidora. Rostro, cabello y uñas fueron hasta hace unos años los puntos claves para vender productos. Luego se impuso la moda de la mujer delgada y crecio el mercado de fajas y cremas adelgazantes, pastillas para quitar el hambre y dietas milagrosas. Ahora Jane Fonda les está inculcando a las mujeres la idea de ser atléticas y conservar la cintura de avispa hasta la tercera edad, lo que ha hecho florecer en todo el mundo millares de academias de gimnasia aeróbica, venta de libros con los ejercicios mágicos y hasta cintas de betamax con los extenuantes ejercicios.
Los bebés son los segundos grandes consumidores de la industria de la belleza: cremas, talcos, aceites, champús, jabones, espumas, pañales desechables, copitos de algodón y hasta colonias infantiles.
Como los hombres solo registran cifras millonarias en el uso de productos para la afeitada y perfumería, y han permanecido incólumes a la publicidad que los incita a cuidar su piel, los fabricantes han resuelto enfilar baterías para conquistar el mercado de los homosexuales. La marca Jovan es la pionera de esta "liberación". Pero eso de tratar de permanecer joven con unguentos y menjurjes, lo mismo que realzar la belleza con afeites y maquillajes no es asunto de los tiempos modernos. . .
NACE EN EGIPTO
Cuando en 1922 se abrió la tumba del faraón Tutankamen, de la dinastía 18 de Egipto, quien vivió 1.300 años antes de Cristo, los arqueólogos encontraron potes que aún conservaban el olor de los aceites y perfumes que los llenaron hace más de tres mil años.
Los egipcios usaron cosméticos no solamente por razones religiosas y para embalsamar a sus difuntos, sino por deseos de realzar su belleza. Lo más curioso es que muchos de los ingredientes usados en tan remotas épocas aún se emplean.
Los ojos eran un punto fundamental del maquillaje. Se sabe que ya en la primera dinastía, 3 mil años antes de Cristo, los egipcios se aplicaban sombra verde sobre los párpados elaborada a base de malaquita. En las pestañas y las cejas, lo mismo que en el borde del párpado se aplicaban carboncillo o "kohl", un producto que aún se emplea en cosmetología y que es utilizado por hindúes y pakistaníes para agrandar los ojos.
La "henna" también era empleada por los egipcios para teñir de rojo las uñas y la palma de las manos. Hoy esta planta se usa muchísimo en tratamientos para el cabello o simplemente para darle visos rojos.
Las arrugas han mortificado siempre a la humanidad, y los egipcios no fueron una excepción. Para disimularlas preparaban mezclas con aceites, cera, incienso, frutos de ciertos árboles. Para el cabello crearon un acondicionador fabricado con cascos de burro disueltos en aceite.
Las mujeres griegas basaron sus encantos en los perfumes. Estos encerraban un origen mitológico y a cada fragancia se le atribuían poderes diferentes. Las griegas usaban una sustancia vegetal llamada Alcama para teñir el cabello, colorear las mejillas y pintar los labios.
Al comenzar el Imperio Romano no se usaban los cosméticos. Pero cuando éste alcanzó su apogeo, hombres y mujeres empezaron a utilizarlos abundantemente. De sustancias vegetales y minerales fabricaban tinturas para el cabello, colorete para los pómulos, pintura para los labios, polvo blanco para la cara, depiladores, aceites para el cabello y el cuerpo, cremas y perfumes. Algunas romanas ricas podían permitirse el lujo de una esclava experta en belleza: masajes, afeites, baños de belleza...
Durante la Edad Media se abandonaron las prácticas de cosmetología en el continente europeo. Pero antes del Renacimiento los cruzados regresaron de Oriente cargados de fórmulas de belleza y perfumería. A partir de ese momento los cósmeticos adquirieron algunas de las características de la tiempos modernos: realzar rasgos, perfumar, dar aspecto de salud.
INDUSTRIA DE COSMETICOS
El auge de la industria de cosmético en el siglo veinte tiene que ver con el progreso de la química. Gracias a ésta se han logrado infinidad de colores texturas, fragancias, mezclas y productos para todo tipo de necesidades.
Pero la verdadera historia de la industria de la belleza se remonta a 1932, cuando un norteamericano llamada Charles Revson le propuso a su hermano Joseph y al químico Charles Lachman montar una fábrica de esmaltes de uñas para lanzar algo novedoso: esmalte opaco de colores rojos variados. Hasta entonces el esmalte era únicamente transparente.
Ese negocio, que empezó con las uñas -valga la expresión- es hoy la próspera industria Revlon que el propio Charles Revson controló hasta 1974.
En 1934 la señorita Elizabeth Arden, quien había hecho cierto nombre vendiendo cremas, abrió su centro de belleza "Main Chance" y descubrió que abundaban las personas dispuestas a gastarse una tercera parte de sus ingresos ante promesas de perder unos kilos. Hoy por hoy ha transcurrido medio siglo y esa realidad no ha cambiado: Jane Fonda ha ganado más en dos años de programas de gimnasia que en toda una vida de actriz de cine.
También en 1934 la gran rival de Elizabeth Arden, la señora Helena Rubinstein,vendió su compañía a una empresa de inversiones de Wall Street. Pero era tal el éxito de esa casa de belleza, que al poco tiempo volvió a comprarla.
En cuanto a la soberana actual del negocio de la belleza, la famosa Estée Lauder, empezó su carrera hace muchísimos años, vendiendo de casa en casa una crema elaborada por un tío suyo, un químico residente en Viena.
Como Estée Lauder, muchas mujeres se han ganado la vida vendiéndoles productos de belleza a sus vecinas. Esa fórmula la inventó la casa Avon de Estados Unidos; consiguió tanto éxito que llegó a ocupar el primer lugar en ventas. Consiste en llegar a dos tipos de consumidoras: las de la clase media adquieren los productos básicos -desodorante, limpiadora, nutritiva y humectante-, y las de clase acomodada que adquieren los artículos de regalo en envases lujosos.
Gracias a esa fórmula mágica,Avon logró beneficios astronómicos. Sin embargo, sus ganancias se han reducido con el auge de la mujer que trabaja en oficinas.
HOMBRES BELLOS
Existe la creencia de que el mundo de la belleza, los perfumes y el maquillaje han sido patrimonio exclusivo de las mujeres. Nada más falso. Los atletas griegos se impregnaban de aceites perfumados; -Napoleón se inundaba de agua de colonia y gastaba más de 40 botellas al mes de la que había creado especialmente para el Emperador el señor Jean Marie Farine-; el rey Luis XIV y otros monarcas de Francia e Inglaterra se lavaban en perfume para tratar de disimular los malos olores. . .
Desde Adán hasta Kissinger, a los hombres les ha encantado perfumarse, lucir frescos y limpios. De ahí que los productos de belleza más apetecidos por los hombres sean los desodorantes, las lociones y los elementos para la afeitada.
Por algo las casas productoras han creado en la última década, sólo en Francia, más de veinte fragancias masculinas diferentes. A fin de convencer a los varones de que se perfumaran sin rubor, fue necesario dar a esos productos nombres muy asociados con virilidad, con valentía, con machismo. La firma fabricante no les importaba -como sí importa en un alto porcentaje del consumo femenino-, pero la connotación del nombre de la fragancia y el aroma en si eran fundamentales.
Por esta razón, los empaques tienen colores tradicionalmente viriles, como carmelita, tabaco, negro, beige, gris, azul oscuro y vinotinto, con discretos dorados y plateados.
Las lociones y los productos para la afeitada ocupan lugar muy importante en los sectores de venta de artículos femeninos: la mujer es una gran compradora de estos productos, para regalarlos en fechas especiales.
Algunas firmas como Clinique han sacado al mercado cremas limpiadoras, humectantes y nutritivas para hombres, sin el resultado que esperaban. Los señores se niegan a dormir "embadurnados" de productos anti arrugas y las ventas no representan ni siquiera el uno por ciento. Otro tanto ha ocurrido con las lacas y gominas para el cabello: su uso ha descendido notablemente y son pocos los hombres que quieren lucir tan peinados como Carlos Gardel o el ex ministro Gerlein Echavarría.
CLIENTELA HOMOSEXUAL
Entre las recientes historias de éxitos dentro del mundo de la cosmetología, una de las más sobresalientes es la de la firma Jovan. Sin pensarlo más, sus dueños resolvieron lanzar al mercado un almizcle que "olía a varón", y ¡suscitaba las más ardientes pasiones entre ... los hombres ! Su campaña publicitaria estaba encaminada a estimular a los consumidores homosexuales con slogans tan directos como "suelte su instinto animal " y "el acto masculino es legal ".
Otra línea de Jovan que alcanzó gran éxito fue la Ginsén. Según la campaña publicitaria, el ginsén es uno de los más antiguos y eficaces afrodisíacos del mundo por lo que conviene usar esa fragancia a hombres y mujeres.
"Aplíquese unas pocas gotas de Ginsén y experimentará unas agradables sensaciones de deseo, vigor, calor. Lo mismo experimentará él... o ella ".
ALGO DE PRECIOS
Muchas asociaciones de consumidores del mundo aseguran que no siempre la diferencia de precios de un artículo de belleza refleja la diferencia en calidad. Algunos productos antialérgicos pueden encarecerse en materias primas; las sombras de ojos muy costosas quizás contengan material de escamas de pescado para brillo especial, perfumes caros pueden encerrar mayor cantidad de aceites de esencias naturales y menos químicos; cremas nutritivas se encarecen por sustancias especiales como el colágeno y la elastina. . .
Pero el analista de cosméticos norteamericano Francis Le Cates, de la empresa Donaldson, asegura que en promedio sólo ocho centavos de dólar del precio de venta de un artículo de belleza paga el costo de los ingredientes. Pero muchos de los productos costosos lo son por los empaques lujosos y la publicidad .
Michel Bergerac, el cerebro gris de la firma Revlon, en un reportaje a la revista TIME aseguraba que el alto precio de ciertos productos es otro atractivo de venta. Cuando le preguntaron cuál era la verdadera diferencia entre un lápiz labial de dos dólares y otro de seis, luego de titubear un poco respondió con otra pregunta:
"Suponga que no existe diferencia y usted, además, lo sabe. ¿Cuál le compraría a su esposa si usted quisiera causarle buena impresión? Si gastar más lo hace sentirse mejor, ¿por qué no hacerlo? ¿Cómo puede ponerle precio a la felicidad?".
MERCADO DE COSMETICOS
Los colombianos consumieron, de marzo de 1982 a marzo de 1983:
300 millones de rollos de papel higiénico
10 millones de cepillos de dientes
11 millones de cuchillas de afeitar
3 millones 200 mil esmaltes de uñas
2 millones 200 mil lápices labiales
9 millones de kilos de jabón de tocador
800 mil litros de crema de manos
2 millones de kilos de desodorante
3 millones y medio de litros de champú
40 millones de tubos de dentífrico
23 millones de cajas de toallas higiénicas
600 mil litros de bálsamo acondicionador
1 millón 800 mil estuches de sombras
Mercado de Cosméticos en Colombia en 1982:
15 mil y medio millones de pesos. Cálculos para 1983: 20 mil millones de pesos.
¡ABAJO LAS ARRUGAS!
¿Qué es el colágeno? ¿Cuál es ese ingrediente mágico que se ha puesto de moda en los últimos años para prometer juventud eterna a quienes lo usen? ¿Qué es ese producto que se ha agregado a las cremas de belleza y que, como ocurre con muchas de las cosas que se ponen de moda, es tema de muchas conversaciones pero nadie sabe exactamente de qué se trata?
Liliana Ocampo, la gerente de mercadeo de Tecnoquímicas, explica qué es el famoso colágeno y por qué resulta indispensable en la lucha contra los estragos de los años.
"El colágeno es una materia biológica del cuerpo humano. Una piel joven luce sana y robusta porque en esa edad fibras de colágeno están en pleno vigor. Después de los 30 años -y en ciertas personas antes- la piel se envejece y las fibras de colágeno se debilitan causando fiacidez y arrugando el cutis, las manos y otras partes delicadas del cuerpo".
Ese envejecimiento ocurre por circunstancias ambientales, por enfermedades, dietas mal balanceadas y otras causas. Pero los avances tecnológicos han logrado aislar este valioso elemento orgánico en forma soluble para que al restituirselo a los tejidos debilitados, éstos recobren el vigor perdido.
"La avanzada científica de Revlon, por ejemplo, ha logrado crear un revoiucionario complejo de colágeno soluble que devuelve en poco tiempo la lozanía y la flexibilidad a la piel. Es un complejo de colágeno, de lípido e hidratante que hemos denominado Eternagen. "