Semana Sostenible

Santa Marta: la ciudad más antigua de Colombia entra en una transición urbana y ambiental de la mano de la CAF

El plan 500+ de Santa Marta, con apoyo de la CAF –banco de desarrollo de América Latina y el Caribe–, apunta a sostenibilidad fiscal, turismo, patrimonio, inclusión social y cooperación regional en el marco de su quinto centenario.

29 de agosto de 2025, 5:05 p. m.
CAF - Cumbre de Sostenibilidad - SEMANA Sostenible
25.000 millones de dólares ha destinado la CAF a proyectos ambientales y climáticos en América Latina y el Caribe. | Foto: Guillermo Torres

La ciudad de Santa Marta cumple 500 años de historia como la ciudad más antigua de Colombia. Su ubicación entre la Sierra Nevada y el mar Caribe, su biodiversidad, su riqueza cultural y patrimonial, así como los desafíos sociales que enfrenta, la convierten en un lugar estratégico para impulsar una transformación urbana, ambiental y social de largo alcance.

Para encaminar esa transformación, el plan Santa Marta 500+ canaliza ese impulso. Más que una estrategia conmemorativa, busca fortalecer la sostenibilidad fiscal del Distrito, mejorar la capacidad de macroejecución de proyectos estratégicos y avanzar en la estructuración de negocios que generen impacto urbano, social y ambiental. Prioriza sectores como agua y saneamiento, turismo sostenible, sostenibilidad ambiental, patrimonio urbano, gobierno abierto e inclusión social.

Ese esfuerzo cuenta con respaldo financiero. La CAF, el banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, aprobó un crédito por 20 millones de dólares para la ejecución del plan y acompañó su estructuración.

También avanza junto a la Fundación Tras La Perla (la iniciativa de Carlos Vives) en un proyecto de saneamiento básico en Buenavista, una comunidad palafítica de la Ciénaga Grande. Allí, más de 140 familias accederán a servicios que nunca llegaron por vía institucional. La experiencia aspira a convertirse en modelo replicable para otras comunidades anfibias del Caribe.

La estrategia también abre paso a una agenda de escala regional. En noviembre, Santa Marta será sede de la Cumbre UE-Celac (Unión Europea y Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que reunirá a jefes de Estado y ministros de ambos continentes para debatir desafíos globales. También se organizará un foro empresarial con énfasis en transición energética, digitalización y cooperación multilateral. La ciudad se proyecta como un nodo donde las soluciones locales pueden influir en decisiones globales.

En paralelo, se consolidará una red de cooperación entre ciudades iberoamericanas con trayectorias y desafíos comunes. El objetivo no es copiar modelos europeos ni idealizar las experiencias locales, sino promover un intercambio que combine el conocimiento técnico con las soluciones que nacen del territorio. España aporta experiencia en urbanismo y energías limpias. América Latina, por su parte, ofrece diversidad biológica y prácticas comunitarias que han perdurado, incluso, en condiciones difíciles.

Con esa apuesta en marcha, Santa Marta entra en una nueva etapa. No parte de cero, pero reconoce que debe cambiar de rumbo. El plan 500+ ofrece una hoja de ruta estructurada, con respaldo financiero, alianzas locales e intervenciones concretas en marcha. Proyectos como el de Buenavista muestran que las transformaciones reales comienzan cuando se escucha a las comunidades y se actúa con sentido territorial. Desde ahí, la ciudad se proyecta con otra mirada: más conectada a su entorno, más consciente de sus desafíos y más dispuesta a construir futuro desde el Caribe.

“América Latina y el Caribe no debe ser vista únicamente como una región que necesita apoyo, sino como un actor clave para enfrentar los grandes desafíos globales. Con más del 40 por ciento de la biodiversidad mundial, el 20 por ciento de las reservas de agua dulce y un inmenso potencial para generar energías renovables como la solar y eólica, la región tiene mucho que aportar a los esfuerzos por combatir el cambio climático y promover el desarrollo sostenible”, afirmó Sergio Díaz‑Granados, presidente ejecutivo de la CAF.

Cali: Economía, Sergio Díaz-Granados, presidente del CAF, Banco de desarrollo de América Latina y Caribe.
Sergio Díaz‑Granados, presidente ejecutivo de la CAF. | Foto: José Luis Guzmán. El País

Aliado del desarrollo

El trabajo de la CAF en Colombia va más allá de Santa Marta. Entre 2020 y 2024, el banco aprobó 8.676,8 millones de dólares para proyectos en sectores como agua, energía, educación y agricultura sostenible, con cerca del 40 por ciento de estas operaciones enfocadas en sostenibilidad. Las iniciativas van desde salud mental y educación rural hasta agricultura regenerativa y transición energética. En Timbiquí, Cauca, por ejemplo, ya funciona la primera escuela modular de una red que alcanzará cerca de 700 sedes, con enfoque de género, inclusión y sostenibilidad. Esta visión no se limita a obras físicas. Busca responder a las condiciones reales de los territorios con soluciones integrales de impacto local.

Ese compromiso se refleja también a nivel regional. En 2022, la CAF destinó 7.000 millones de dólares a iniciativas verdes, su mayor cifra histórica. En total, ha canalizado 25.000 millones de dólares hacia proyectos ambientales y climáticos en América Latina y el Caribe. “El desarrollo sostenible es la brújula de nuestra acción. Más del 40 por ciento de las aprobaciones actuales tienen un enfoque directo en sostenibilidad”, dijo el ejecutivo.