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Corresponsales de varios medios europeos han hecho presencia en Pereira para entrevistar a estas originales mujeres

desarme

Armas por sexo

La campaña 'Piernas cruzadas', que empezó como una idea de barriada, ha traspasado fronteras y ha generado cambios en las políticas de Pereira.

30 de septiembre de 2006

J ennifer, Maryuri, Omayra, Sandra, Mónica y otras jovencitas de Pereira y Dosquebradas, en Risaralda, no alcanzaron a imaginar la dimensión que alcanzaría su propuesta: negarse a tener relaciones sexuales con sus compañeros sentimentales, en su mayoría pandilleros, sicarios o paramilitares desmovilizados, para obligarlos a abandonar la delincuencia.

Aunque para muchos la huelga de las Piernas Cruzadas no es más que una estrategia simbólica, llama la atención la continuidad de la campaña y su penetración en los barrios Villa Santa Ana, Cuba, Centro y Otún, considerados los sectores más vulnerables de la capital risaraldense. Con la idea arrancaron hace un mes 25 jovencitas y en la actualidad son un centenar. "Al comienzo nos costó trabajo convencer a nuestros novios y amigas, pero lentamente la idea tomó forma y los resultados se ven", explicó a SEMANA Jennifer, una joven de 18 años, novia de un reconocido pandillero de la ciudad al que todos llaman 'Zarco'. Ella aclara que la labor no ha sido fácil: "Lo que hay de por medio no es el sexo sino el verdadero amor que nuestros novios sienten por nosotras", dijo la adolescente, quien hoy se dedica a cantar en una banda de rap y asistir a conferencias como panelista debido al éxito de la iniciativa, que ha sido reseñada por medios como la BBC de Londres y el periódico El País, de Madrid.

Señales como esa animaron a la Alcaldía de Pereira a unirse al plan con un programa para capacitar a las 'víctimas' de la huelga. "El 50 por ciento del centenar de jóvenes cuyas novias se sumaron a la campaña fueron vinculados laboralmente al municipio como guardas de Tránsito, guías ciudadanos, inspectores de espacio público y programas como 'Vigías del desarme", aseguró a SEMANA Julio César Gómez, coordinador de la oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana de Pereira.

Mientras la idea de cambiar armas por sexo conquista a sus enamorados pandilleros, una cruzada de admiradores se suman a la lista de una campaña que arrancó como un juego de niñas y pretende convertirse en el emblema de una cruzada nacional.