El asesino en serie más elegante del mundo

La historia norteamericana está plagada de cuentos sobre temibles asesinos en serie. Ted Bundy, John Wayne Gacy, Jeffrey Dahmer y muchos más han aterrorizado a los estadounidenses, y sus perversiones han dado lugar a todo tipo de leyendas. Cada uno de estos sociópatas tenía su accionar particular y Herman Webster Mudgett Holmes, H. H. Holmes o Dr. Holmes, el asesino en serie que aterrorizó a Chicago a finales del siglo XIX, no se queda atrás.

Lo truculento y particular de su historia llevó a la pareja de Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio a reunirse una vez más para llevarla a la pantalla grande. A juzgar por el carácter de este oscuro doctor Holmes (casi un antípoda del más conocido Holmes, Sherlock), parece que lo mejor del binomio favorito de Hollywood está por verse. La película se basará en el best seller The Devil in the White City, en español El diablo en la ciudad blanca, del escritor estadounidense Erik Larson, y narra la historia real de una serie de asesinatos misteriosos ocurridos alrededor de la Feria Internacional de Chicago de 1893.

El modus operandi del ‘doctor’ era supremamente sofisticado. A todas luces era un hombre distinguido, un caballero alto, guapo y elegante. Pero cuenta la historia que aunque confesó haber asesinado 27 mujeres durante la feria de Chicago, habrían sido más de 200. Para darle libre curso a sus más oscuros antojos, Holmes construyó su propia casa embrujada: el Hotel Holmes, o el Castillo del Asesinato (Murder Castle), un edificio aterrador donde atrapaba a sus víctimas. El misterioso lugar fue el teatro de espeluznantes asesinatos desde que la feria de Chicago abrió sus puertas el primero de mayo de 1893, y durante los seis meses que duró el evento fue literalmente una casa del terror.

El inmueble parecía una fortaleza medieval. Estaba lleno de trampas y pasadizos secretos desde donde el ‘doctor’ observaba a escondidas a sus visitantes. Era un laberinto de cientos de cuartos sin ventanas, puertas que daban a muros de ladrillo, o que no se abrían sino desde afuera, y escaleras que llevaban a ninguna parte. Mientras construyó su castillo macabro, Holmes contrataba y despedía trabajadores constantemente para que nadie más conociera todos los secretos del espacio.

Un complejo entramado de instalaciones eléctricas y grifos de gas le permitían seguir en un panel los movimientos de sus víctimas, y al abrir los grifos podía asfixiar a los ocupantes de ciertas habitaciones. Usaba también métodos de tortura tan sofisticados como una máquina que les hacía cosquillas a las víctimas hasta matarlas de risa. Y como si fuera poco, el castillo contaba con montacargas, toboganes y ácido sulfúrico organizados en un sistema calculado para deshacerse de los cuerpos.

Tal era la fama de Holmes que una frase lo inmortalizó en el imaginario colectivo: “Sí, nací con el diablo adentro (…) y ha estado conmigo siempre”. Ese es el hombre que encarnará DiCaprio bajo el ojo experto de su amigo Scorsese, nada ajeno a la violencia en sus películas. Esta será la sexta vez en que los dos grandes trabajen juntos después de proyectos tan exitosos como como The Wolf of Wall Street (El lobo de Wall Street), Gangs of New York, The Aviator (El aviador), The Departed (Infiltrados) y Shutter Island (La isla siniestra).

Como dicen por ahí “el diablo está en los detalles”, y tras una década de preparación este proyecto no escatimará en ellos. A la expectativa de contemplar esta nueva colaboración se suma la curiosidad de ver cómo va a ser recreada la estética de la Feria Internacional de Chicago, un escenario arquitectónico único. Mientras que empieza el rodaje, tanto actor como director tienen sus manos ocupadas. DiCaprio estará en cines con The Revenant, del mexicano Alejandro González Iñárritu, y Scorsese dirigirá Silence, que cuenta la historia de dos sacerdotes jesuitas que sufren una violenta persecución en Japón y se estrena en 2016.