Kate Winslet vive un drama de película... en la vida real

La actriz ganadora del Oscar, Kate Winslet, protagonizó un drama de película, con la única excepción de que el director nunca dijo "¡Corten!".

Winslet era de las 20 personas que se hospedaban en la lujosa propiedad del multimillonario británico Richard Branson, ubicada en la isla privada de Necker en las Islas Vírgenes Británicas, al este de Puerto Rico.

Las vacaciones caribeñas transcurrieron normalmente hasta esta madrugada de este lunes, cuando comenzaron las lluvias y los vientos de 145 kilómetros por hora producidos por la entonces tormenta tropical Irene, que ya se ha convertido en huracán.

Momentos después un rayo impactó y le prendió fuego a la casa.

Pérdidas

Todas las personas lograron salir a salvo, incluyendo a la madre de Branson de 90 años. Según el empresario, dueño del grupo Virgin, fue Winslet quien la ayudó a escapar de las llamas.

La casa quedó completamente destruida.

"Mi oficina estaba allí", dijo Branson. "He perdido miles de fotografías y cuadernos, lo cual es muy triste. Sin embargo, todos mis familiares y amigos están bien. Eso, al final, es lo único que importa".

El multimillonario británico de 60 años compró la isla de Necker a principios de los 80 y comenzó a construir la casa de ocho habitaciones -bautizada con el nombre de Great House- en 1982.

"La reconstruiremos lo más pronto posible", concluyó.

Winslet disfrutaba de un descanso en compañía de sus hijos Mia y Joe, de 10 y 7 años, respectivamente.

La actriz de 35 años saltó a la fama en 1997 por su papel en la película "Titanic", de James Cameron, en la que aparecía junto a Leonardo DiCaprio.

Tras cinco nominaciones al Oscar, el año pasado Winslet obtuvo el galardón por su interpretación de una guarda de un campo de concentración nazi en "The reader" (El lector).

En sus más de 15 años de carrera ha protagonizado cintas como "Criaturas Celestiales" (1994), "Sentido y Sensibilidad" (1995), "Iris" (2001) o "Eternal Sunshine of the Spotless Mind" (2004).