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Tyler y Cameron Winklevoss estudiaban con Zuckerberg en Harvard y lo habían contactado para desarrollar ContectU, una especie de plataforma social. Ellos dicen que Facebook se basó en gran parte de sus ideas. Hoy tienen unos 1.400 millones de dólares tras invertir en bitcoines. | Foto: getty images

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Los gemelos que acusaron a Mark Zuckerberg de robarles Facebook ahora son millonarios

Tras acusar al magnate tecnológico de robarles la idea detrás de la red social sin mucho éxito, los gemelos Tyler y Cameron Winklevoss se volvieron multimillonarios gracias al bitcóin. Un libro cuenta cómo lograron darle vuelta a su situación.

1 de junio de 2019

Por muchos años, Tyler y Cameron Winklevoss no fueron más que dos atletas que acusaban a Mark Zuckerberg de robarles la idea detrás de Facebook. Se dieron a conocer cuando lo demandaron en 2004 y, sobre todo, seis años después, cuando Red social, la película de David Fincher, contó en detalle ese episodio.

Desde entonces, con el dinero que recibieron del acuerdo judicial, habían vivido a la sombra del magnate, uno de los genios más respetados del mundo.

Pero varios años después, las cosas han cambiado. Zuckerberg está en el ojo del huracán pues muchos, incluidos algunos de sus antiguos compañeros y accionistas, consideran a Facebook una máquina poderosa que se le salió de las manos y le ha causado un enorme daño a la democracia al impulsar las fake news.

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Mientras tanto, los Winklevoss son dos respetados empresarios que lograron hacerse millonarios con otra idea disruptiva: las criptomonedas.

Ben Mezrich, el periodista que escribió el libro base de Red social, cuenta la historia de cómo llegaron hasta allá. Y lo hace en su nueva obra, Bitcoin Billionaires, en donde rescata la figura de los gemelos, a quienes muchos aún ven como unos niños ricos, privilegiados y matoneadores a los que el ñoño del curso logró superar.

En 2008 los Winklevoss recibieron 65 millones de dólares en compensación, incluida una parte en acciones de Facebook, y se marcharon tranquilos.

Para Mezrich es bastante claro que al menos parte de la primera versión de Facebook estaba basado en una idea de los Winklevoss: HarvardConnection, que luego pasó a llamarse ContactU, una plataforma digital pensada para conectar a los estudiantes de esa universidad.

Los gemelos y un socio habían contactado a Zuckerberg para que les ayudara a montar el código de la página. Y aunque aceptó, no volvieron a saber de él sino cuando lanzó Facebook. Este era distinto y mucho más amplio que lo que ellos habían pensado, pero tenía algunas de las características y funcionalidades que le habían comentado.

En 2008, cuatro años después de presentar la demanda, los hermanos y el joven magnate llegaron a un acuerdo económico para acabar la pelea: los Winklevoss recibieron 65 millones de dólares, incluida una parte en acciones de Facebook, y se marcharon tranquilos. Pero dos años después, cuando el valor de la empresa comenzó a subir en la bolsa de valores, ellos volvieron a demandar, por más plata. Pero esa vez, un juez le dio la razón a Zuckerberg.

Foto: Mark Zuckerberg pasó de ser el niño genio que cambió para siempre el mundo, a un magnate cuestionado por el poder sin límites de Facebook y por la facilidad de esparcir fake news en la plataforma.

Según el libro, después de eso los gemelos vivieron un tiempo tratando de quitarse la sombra de Facebook, sin mucho éxito. Gracias a las acciones que habían adquirido de la compañía, en algún momento llegaron a tener 500 millones de dólares que quisieron invertir en otro negocio disruptivo en el mundo de las redes sociales y la tecnología.

La idea les sonaba a justicia divina: usar la plata de su archirrival para fortalecer alguna idea que más adelante pudiera superarlo.

Pero pronto se dieron cuenta de que ese no era el camino, pues no era fácil conseguir aliados. Muchos, en la industria, sobre todo los jóvenes emprendedores digitales, los veían como los enemigos del gran genio, con quienes era mejor no interactuar.

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De hecho, en algún momento uno de ellos, dueño de una start-up, les dijo de frente que nadie iba a trabajar con su dinero: “¿Creen que vamos a tomar un centavo de los dos tipos que Zuckerberg odia más que nadie en el mundo? Sus dólares pueden ser verdes, pero están marcados”.

Resignados, salieron de Silicon Valley y se fueron a vivir a Nueva York, donde se enfocaron en sus actividades deportivas, pues ambos hacen parte del equipo de remo de Estados Unidos e incluso han sido finalistas de los Juegos Olímpicos. También viajaron por el mundo y en una de esas salidas les cambió la vida.

Todo sucedió en julio de 2012 en Ibiza, la isla española en el Mediterráneo reconocida por su rumba electrónica y su ambiente de fiesta. Allí, en medio de una noche de juerga, un hombre de Nueva York se les acercó y luego de preguntarles si ellos eran los Winklevii (como los llamaban burlonamente en Sillicon Valley), les habló de una idea revolucionaria, que podría cambiar la manera de mover el dinero: el bitcóin.

Los gemelos vieron en las criptomonedas algo totalmente disruptivo, que podía cambiar el mundo mucho más profundamente que Facebook.

Para esa época ya se hablaba de criptomonedas, el dinero electrónico que se puede mover sin necesidad de bancos con transacciones registradas y verificadas en línea. Pero todavía era un negocio al que solo entraban unos pocos arriesgados.

Pero a los gemelos les sonó interesante: algo totalmente disruptivo, que podía cambiar el mundo mucho más profundamente que Facebook. Así que de vuelta en casa se reunieron con Charlie Shrem, fundador de BitInstant, una de las primeras empresas de bitcoines. Luego de escucharlo y de varios meses de investigar por su cuenta, decidieron invertir en la compañía y comprar muchos bitcoines.

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A partir de entonces se conviertieron en una especie de misioneros de la moneda electrónica. Comenzaron a reunirse con inversionistas, banqueros, empresarios, personas dentro del Gobierno y gente de la alta sociedad de Nueva York para hablarles de las oportunidades que presentaba la criptomoneda.

Pero no tuvieron un camino fácil. Aunque la moneda había logrado pasar de un precio de 7 dólares a 1.000, muchas de las empresas involucradas en el negocio comenzaron a caer en manos de hackers que se robaron la plata. Y además, en las de las autoridades, que cerraron varias de ellas cuando descubrieron que sus dueños estaban involucrados con el narcotráfico y el lavado de activos.

BitInstant también cerró, pues las autoridades descubrieron que Shrem había movido dinero sin licencia. Entonces, los Winklevoss crearon su propia compañía en 2014: Gemini, una empresa que funciona como agente de cambio, y que permite a cualquiera vender y comprar criptomonedas.

Foto: La película Red social, de 2010, mostró la historia de la demanda de los Winklevoss (Army Hammer) a Zuckerberg (Jesse Eisenberg).

Años después, la reputación de la moneda mejoró. En 2017, cuando el bitcóin alcanzó los 20.000 dólares, empresas e inversionistas de Wall Street tan grandes como Goldman Sachs, comenzaron a entrar al negocio y el dinero se movió en grandes cantidades.

Entonces los Winklevoss, que habían comenzado a comprar bitcoines cuando costaban 7 dólares, terminaron convertidos en multimillonarios. Hoy, muchos calculan su fortuna en unos 1.400 millones de dólares un valor que puede seguir subiendo.

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Así, comenzaron a aparecer de nuevo en los medios y en las revistas de negocios. Pero esta vez ya no eran los dos grandulones que acusaban a Zuckerberg de robo, sino dos hombres de negocios que habían logrado armar su camino. Uno que para ellos puede ser más significativo.

Hace poco, de hecho, comenzaron a sonar rumores de que Facebook estaría pensando en sacar su propia criptomoneda para hacer transacciones dentro de la página. Un periodista les preguntó si sentían miedo de que su antiguo rival entrara al negocio. Y respondieron que les parecía bueno que más empresas invirtieran en las criptomonedas.

Pero uno de ellos aprovechó para lanzar una pulla: “Lo que nosotros hacemos es más significativo y une más a la gente que compartir fotos”, dijo. Solo el tiempo dirá si tienen la razón.