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PUBLICIDAD POLITICA PAGADA

En lo que a publicidad se refiere, hubo dos ganadores en las pasada elecciones: los creativos de Jaime Castro y Juan Diego Jaramillo.

2 de diciembre de 1991

UNA VEZ CUMplida la semana de pasión electoral, las urnas con su veredicto dejan sobre campo abierto un reguero de crucificados y resucitados. Se imponen los balances y los interesados escrutan cada paso dado en busca de la clave del triunfo o de la derrota, según el caso.

En esta semana que pasó -que fue la de balances-, salieron a flote dos nombres que, en materia de publicidad, resultaron vencedores en las pasadas elecciones: Carlos Duque, creador de la imagen de Jaime Castro ganador de la consulta popular liberal; y Carlos Lersundi, creativo de la campaña al Senado de Juan Diego Jaramillo. En medio de una jornada publicitaria gris, que brilló por su pobreza creativa y por su uniformidad conceptual, Duque y Lersundi lograron hacer un trabajo publicitario impecable.

Para Duque el triunfo de su candidato resulta en un repunte profesional que, en materia de campañas políticas, había conocido los extremos. El afiche de Galán