Para los doctores Lina Otero y Fabio Grosso, es clave que las personas se hagan colonoscopias y endoscopias para descartar cáncer de estómago o de colon. | Foto: Comercial

SALUD

A cuidar el estómago

Los colombianos tienen un alto riesgo de sufrir cáncer de estómago. Por eso es indispensable realizarse los exámenes médicos necesarios para prevenirlo.

27 de agosto de 2018

La endoscopia y la colo­noscopia son exámenes médicos precisos para prevenir y detectar a tiempo el cáncer gástrico y el de colon, explican los médicos Lina Otero, especialista en medicina interna y en gastroenterología, y Fabio Grosso, médico in­ternista y oncólogo clínico del Instituto Nacional de Cancerología.

Sin embargo, sos­tienen los médicos, no siempre se practican con la frecuencia requerida ni las biopsias necesarias para diagnosticar tempra­namente estos tumores.

El cáncer de estó­mago es incurable al diagnosticarse de forma tardía y, de acuerdo con los profesionales, es el que más muertes causa en Colombia. La población del país tiene alto riesgo de padecerlo porque cerca del 80 por ciento tiene en su estómago una bacteria llamada Helicobacter pylori, con­dición necesaria para que se desarrolle el cáncer de estómago.

No todas las personas que tienen esta infección desarrollan cáncer, pero sin la bacteria es poco probable que se presente el cáncer de estómago, de allí la importancia de eliminar el Helicobacter pylori. Según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), desde 1994 se le considera un agente cancerígeno y estudios posteriores han confirmado la necesidad de eliminarlo siempre que se encuentre.

Los profesionales explican que para detectar el cáncer y la infección es indispensable practicar una endoscopia ade­cuada. Primero, que la realice un gastroenterólogo y, segundo, que el médico tome mínimo cinco biopsias para hacer un mapeo del estómago que le permita diagnosticar la infec­ción, el cáncer o condiciones premalignas. Si se encuentra la infección, el paciente debe tomar antibiótico por 14 días y el médico debe verificar cuatro semanas después que se eliminó esta bacteria.

Otero sostiene que cualquier persona mayor de 30 años que sienta en la parte superior del abdomen una molestia, una inco­modidad, no necesariamente un dolor muy fuerte, debe hacerse una endoscopia.

Infortunadamente, en el país el cáncer de estómago se detecta en la mayoría de casos en estadios avanzados, explica Grosso, cuando la enfermedad es incu­rable y el tratamiento con quimioterapia busca au­mentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida. En cambio, si se hace el diagnóstico a tiempo, hay una sobrevida de 90 por ciento a 5 años, que contrasta con 5 por ciento en enfermedad avanzada.

A CUIDAR EL COLON

El cáncer de colon es la tercera causa de cáncer en mujeres y la cuarta en hombres en Colombia, explican los profesionales.

Para prevenirlo o de­tectarlo a tiempo, Otero sostiene que toda persona mayor de 50 años debe hacerse una colonoscopia tenga o no síntomas, o antes de los 50 años si el paciente presenta entre otros: sangrado, pérdida inexplicable de peso o diarrea crónica. Grosso menciona que usualmente los pacientes con estos síntomas son diagnosticados erróneamente con síndrome de intestino irri­table.

“Un paso importante para el diagnóstico del cáncer de colon y de estómago es qui­tarnos el miedo a la endoscopia y colonoscopia, y para ello es necesario estar en manos de un buen gastroenterólogo y con un anestesiólogo que administre de forma segura la sedación”, afirma Grosso.

OJO A LA OBESIDAD

La obesidad es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de colon, páncreas y seno, entre otros. “La obesidad explica el 9 por ciento del cáncer en el mundo”, explica el oncólogo Fabio Grosso.

Lina Otero es especialista en la utilización de balones in­tragástricos para bajar de peso y, según la experta, el paciente apto para este tratamiento debe tener un índice de masa corporal de 29 como mínimo.

Otero afirma que para ser efectivo y seguro, este proce­dimiento lo debe practicar un gastroenterólogo entrenado en la técnica, que utilice un balón aprobado por la FDA y que lo retire 6 meses después bajo anes­tesia general, con un plan de segui­miento diseñado para mantener la pérdida de peso aun después de retirarlo.